Bloomberg — El gobierno alemán se apropió la unidad que posee la petrolera rusa Rosneft PJSC, con el objetivo de tomar el control de su industria de energía, garantizar el abastecimiento y terminar con una fuerte dependencia de Rusia desde hace décadas.
Además de la toma de la filial de Rosneft, el gobierno del canciller Olaf Scholz se encuentra en negociaciones avanzadas para controlar Uniper SE y también otros dos grandes importadores de gas, según ha informado Bloomberg este jueves. La principal economía europea sigue adelante con una reforma histórica de su red energética para impedir el desabastecimiento este invierno.
En cuestión de días podría tomarse una decisión sobre los siguientes pasos. Es urgente actuar, porque Uniper deja de percibir 100 millones de euros (US$99,7 millones) diarios al tratar de sustituir el gas ruso con el fin de abastecer a las compañías de servicios públicos y a los fabricantes locales.
“En los próximos meses, debemos seguir manteniendo las infraestructuras cruciales para alcanzar nuestra autonomía en materia de energía”, señaló Verena Hubertz, una destacada legisladora de los socialdemócratas de Scholz. “Se adoptarán otras disposiciones”.
Alemania se ha visto particularmente afectada por el enfrentamiento económico con el Kremlin debido a su dependencia del gas y el petróleo rusos. Las sanciones y los esfuerzos de Moscú para castigar económicamente a Europa por su apoyo a Ucrania corren el riesgo de llevar a Alemania a la recesión. Su sector energético se está tambaleando por la escasez de suministros y los rescates del gobierno se están viendo eclipsados rápidamente por la escala de la crisis.
Hoy viernes, el gobierno anunció que se haría cargo de la unidad alemana de Rosneft, incluidas participaciones en tres refinerías de petróleo. La medida también afecta a las participaciones en Francia, Italia y Austria, lo que pone de relieve lo interconectado que está el sistema energético de Europa.
La administración de Scholz apretó el acelerador de la incautación después de meses de conversaciones. Debido a las sanciones relacionadas con la guerra en Ucrania, Alemania se está preparando para dejar de comprar crudo ruso antes de fin de año y necesitaba asegurarse de que la participación del Kremlin en sus refinerías clave no se convirtiera en una amenaza para los suministros.
La toma de la filial de Rosneft supone una escalada en el enfrentamiento económico con Rusia, ya que Berlín está deshaciendo décadas de estrecha colaboración. Uno de los activos más importantes del acuerdo es la refinería de Schwedt, cerca de la frontera con Polonia, que suministra combustible a Berlín y a gran parte de Alemania oriental.
Hasta ahora, la instalación ha obtenido su crudo a través del oleoducto Druzhba desde Rusia. Mientras la planta permaneciera significativamente en manos rusas, era difícil ver cómo la instalación seguiría funcionando.
El Ministerio de Economía alemán dijo que la medida “contrarresta la amenaza inminente a la seguridad del suministro de energía y sienta una base importante para la preservación y el futuro de la ubicación de Schwedt”.
La refinería ahora se está preparando para posibles represalias de Rusia, como restricciones a corto plazo en el crudo suministrado a través del enlace Druzhba de la era de la Guerra Fría, dijo el operador PCK Raffinerie GmbH en un comunicado.
El regulador de la red BNetzA se convertirá en fideicomisario de Rosneft Deutschland GmbH y RN Refining & Marketing GmbH, que representan alrededor del 12 % de la capacidad de procesamiento de petróleo de Alemania, a través de participaciones en las refinerías de Schwedt, Karlsruhe y Vohburg. El proceso es similar a la adquisición de Gazprom Germania a principios de este año.
Alemania está facultada para asumir la administración de una empresa energética mediante una orden a través de la Ley de Seguridad Energética del país.
La tutela está vigente hasta el 15 de marzo de 2023, pero podría renovarse. Rosneft puede impugnar la orden ante los tribunales alemanes.
Scholz y el ministro de Economía, Robert Habeck, presentarán más detalles sobre el plan de nacionalización en una conferencia de prensa en Berlín más tarde el viernes. El gobierno se ha negado a comentar sobre cualquier plan para nacionalizar las compañías de gas.
--Con la asistencia de Michael Nienaber, Alaric Nightingale y Iain Rogers.
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