Bloomberg — El principal enviado de China para el cambio climático pidió más ayuda a los países en desarrollo cuando delegados de unos 200 países llegaron a Egipto para una nueva ronda de negociaciones globales.
“Espero que la conferencia esta vez satisfaga las demandas de los países en desarrollo tanto como sea posible, ya que se lleva a cabo en Egipto, una nación en desarrollo”, dijo Xie Zhenhua durante un evento organizado en el pabellón de China el domingo 6 de noviembre, la petición considera fondos para ayudar a las naciones a adaptarse al incremento en la temperatura del planeta.
La cumbre, celebrada en la ciudad costera de Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo, comenzó con un acuerdo para incluir el tema de pérdidas y daños -compensar al mundo en desarrollo por los impactos del cambio climático- en las negociaciones por primera vez.
Mientras que los países en desarrollo quieren ayuda para los impactos de un calentamiento que no causaron, los países ricos siguen desconfiando de abrir una puerta que podría conducir a reclamos financieros ilimitados.
Pero los compromisos previos hechos con las naciones en desarrollo aún no se han cumplido, incluida la promesa de proporcionar US$100.000 millones al año en financiamiento climático.
China, el mayor emisor de carbono del mundo, envió a Egipto una delegación de más de 50 personas, un tamaño similar en las COP anteriores, encabezada por Zhao Yingmin, viceministro de Ecología y Medio Ambiente.
El pabellón chino es de color rojo y está construido en un estilo tradicional y tiene en la entrada un estante lleno de libros escritos por el presidente Xi Jinping sobre diplomacia y gobernabilidad.
Xie se negó a responder a una pregunta sobre la posibilidad de que China y Estados Unidos reanuden las conversaciones bilaterales formales sobre cambio climático durante el evento.
John Kerry, la contraparte de Xie, dijo a finales de octubre que intercambiaron algunos mensajes con la esperanza de reanudar las conversaciones. China detuvo las negociaciones sobre el clima y varios otros temas en agosto después de la controvertida visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
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