Buenos Aires — El 2022 entró en su recta final. Tras la finalización del Mundial de Fútbol de Catar, la sociedad argentina ya empieza a dar vuelta la página para enfocarse de lleno en las fiestas de fin de año. Y como suele ocurrir en estas fechas, empiezan a verse todo tipo de balances de lo que dejó el año. En ese contexto, Bloomberg Línea analizó el registro de Obsequios y viajes que declararon los funcionarios públicos a lo largo de este año.
En total, declararon haber recibido 760 obsequios de los cuales casi un 60% (unos 446) tuvieron como destinatario al presidente Alberto Fernández.
En segundo lugar quedó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien declaró 62 regalos. Cierra el podio el ministro de Educación, Jaime Perczyk, con 50 obsequios declarados en el registro. El titular de la cartera de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, también fue de los que más regalos declaró, con 34.
Muy por debajo quedaron los ex ministros Elizabeth Gómez Alcorta, con 13, y Martín Guzmán, con ocho. Y pese a que salieron del Gabinete en octubre y julio respectivamente, aún superan a ministros que se mantienen dentro del Gobierno, como Carla Vizzotti, de Salud, que declaró seis.
Dentro del registro no se encuentran, sin embargo, regalos declarados por parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner ni de parte del actual ministro de Economía, Sergio Massa.
Qué obsequios pueden recibir los funcionarios
A través de su página web, la Oficina Anticorrupción (OA) de Argentina detalla bajo qué condiciones un funcionario público puede recibir un regalo por parte de terceros.
En primer término, especifica que “funcionarios públicos” son todas las personas que se desempeñan en la función pública. Es decir, abarca tanto a quienes lo hacen en forma temporal o permanente, remunerada u honoraria. La categoría de funcionario público es, además, independiente de la jerarquía o la forma en la que las personas han accedido a dicha función (sea por elección popular, designación directa o concurso).
Como principio general, agrega la OA, los funcionarios públicos no pueden recibir obsequios con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones. Solo pueden hacerlo en caso de que se trate de un objeto obsequiado por razones de cortesía o de costumbre diplomática (reconocimientos protocolares de gobiernos, organismos internacionales o entidades sin fines de lucro).
En caso de que el valor del regalo supere los $16.000 (4 módulos), el funcionario público debe incorporarlo al patrimonio del Estado. El funcionario podrá disponer de aquellos obsequios que no superen el valor antes indicado y de los comestibles, independientemente de su valor. Este año, los funcionarios públicos indicaron que solo cinco de los 760 obsequios registrados este año superan dicho monto o existe imposibilidad de determinar su valor.
También deben incorporarse al patrimonio del Estado todos aquellos obsequios que sean representativos del vínculo con el Estado u organismo que los haya entregado.
Mate, libros, vino, fútbol y hasta un tanque
A la hora de analizar los obsequios que declaró Alberto Fernández pueden encontrarse algunos característicos, como mates, bombillas y vinos, otros típicos regionales, como ponchos, y algunos más personalizados, como guitarras, discos y vinilos o camisetas de fútbol.
Los regalos que más se repiten son los libros, mates y botellas de bebidas alcohólicas. Desde que comenzó el año, el presidente declaró haber recibido más de un centenar de libros, 27 mates y bombillas y unas cuantas botellas de vino, licores, ron, whisky, gin, sidra, y hasta copas de champagne. En el registro también figuran dos guitarras, un cuadro pintado de Luis Alberto Spinetta y cuatro cuadros con la imagen de Diego Armando Maradona.
Siguiendo con esa línea (el jefe de Estado argentino es reconocida simpatizante de Argentinos Juniors), Fernández declaró no pocos artículos vinculados al fútbol. Pueden encontrarse, en el registro, más de una decena de remeras y camisetas de diversos clubes, en su mayoría zonales o de barrio, camisetas y pelotas obsequiadas por FIFA y por Conmebol, y hasta un conjunto de bebé de la selección argentina.
Entre los regalos declarados por el presidente también hay productos pensados para su uso en momentos de distensión, como un brasero, cuchillo y tenedor para asado, un par de anteojos de sol y hasta dos protectores solares.
También pueden encontrarse obsequios con fuerte simbolismo como libros titulados “Jamás bajes los brazos”, “Mi Argentina soñada” o “Un modelo económico justo y exitoso”, o incluso un CD que lleva por título “No te entregues nunca”.
Algo más curioso puede ser el significado detrás de otros obsequios que recibió Alberto Fernández, como el libro titulado “Guía para una comunicación respetuosa y el buentratro hacia las personas mayores”. Pero en ese sentido, se destacan especialmente la remera de la “Fundación Dylan Fernández” de La Rioja, la réplica de un tanque de guerra, la réplica artesanal que recibió del Bastón de mando, o el reloj de arena que declaró el 5 de agosto, un año y ocho días antes de la fecha estipulada para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de 2023.
