Bloomberg — Un estudio de la Universidad de Columbia revela que las empresas estadounidenses con contratos para comprar únicamente energía renovable siguen dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles debido a la falta de suministros de energía limpia.
Las empresas estadounidenses tienen que extraer entre el 20% y el 50% de su electricidad de las redes eléctricas regionales (que dependen en gran medida de los combustibles fósiles), incluso cuando han firmado acuerdos para comprar sólo energía renovable, señala en un informe el Center on Global Energy Policy de la universidad. Esto se debe a que los acuerdos sobre energías renovables no son suficientes para satisfacer la demanda total de estas empresas. Ese desajuste socava las credenciales climáticas de las empresas estadounidenses, concluye el informe.
“Los compromisos de compra de electricidad 100% renovable pueden no equivaler a que una empresa reduzca realmente su huella de carbono energética a cero”, dijeron los autores del estudio, Melissa Lott y Bruce Phillips. Hay “un desajuste entre la electricidad renovable variable contratada por las empresas y su uso real de la electricidad”, dijeron.
Alphabet Inc., Walmart Inc., Nike Inc. y otras empresas se han comprometido a comprar energía sólo de fuentes renovables, en una estrategia que se centra en acuerdos de compra de energía a largo plazo. El objetivo de los compradores corporativos es reducir las emisiones y cubrirse contra las fluctuaciones del precio de la energía. Pero el estudio alerta de que esta estrategia podría no ser suficiente para quedar bien con la lucha contra el cambio climático.
Una solución para las empresas con objetivos de compra 100% renovable sería instalar capacidad de almacenamiento in situ o en la central eléctrica para suministrar electricidad cuando las renovables no sean suficientes, según el documento. Otra solución es adaptar la demanda de la empresa a los suministros de baja emisión de carbono hora a hora utilizando recursos locales.
“Las empresas que adopten prácticas de compra que reflejen estas recomendaciones aumentarán la demanda de generación firme de bajas emisiones de carbono y de tecnologías de almacenamiento de energía de larga duración”, escriben los autores. Eso enviaría “señales de precios más sólidos para impulsar la inversión en tecnologías de carbono cero que coincidan mejor con el horario de la demanda de electricidad de los clientes y aceleren la reducción de las emisiones de carbono”.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.