La invasión de Rusia a Ucrania impactó en diversas variables de tenor económico, como por ejemplo un alza en el precio de las materias primas o la reducción del suministro energético. Ante este nuevo escenario, The Economist Group elaboró un análisis acerca de cuáles son los países de América Latina más preparados para resistir o prosperar ante el nuevo escenario global catalizado por el conflicto bélico y cuáles los más débiles.
Entre los países de la región que están mejor parados ante este conflicto, el informe destaca en los primeros puesos a Bolivia, Ecuador, Paraguay, Chile y Perú. En tanto, los más perjudicados son: El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Jamaica y Brasil.
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El informe tiene a consideración: la cuenta corriente, la inflación, el pago de intereses, la deuda pública, el riesgo de inestabilidad política, el riesgo regulatorio y legal y la dependencia de las materias primas.
Los mejores posicionados
Según el análisis, Bolivia es el país que mayor rédito le puede sacar a la situación. El documento señala que el auge del precio del gas no solo impulsaría mucho más rápido su crecimiento, sino que altera por completo el panorama de la política económica, ya que las autoridades tienen la posibilidad de evitar ajustes fiscales y monetarios
Por otro lado, Bolivia Ecuador, Perú, Paraguay y Chile son productores de materias primas, por lo que, gracias al incremento de las mismas, pueden capear mejor la situación, según el análisis.
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En tanto, la segunda y tercera economía de la región, México y Argentina respectivamente, aparecen en octava y novena posición. A México lo que más le perjudica, según el análisis, es el factor commodities, mientras que a la Argentina la afecta en particular la inflación, la deuda pública y el riesgo legal y regulatorio.
Los peores posicionados
Según el mapa de calor, los cinco países más vulnerables al impacto mundial de la guerra, entre aquellos considerados para el estudio, son El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. “Todos están entrando en la crisis con niveles relativamente altos de deuda pública, desequilibrios externos y alta inflación, y ninguno es un importante exportador de materias primas”, consignan los analistas
En este entorno, el endurecimiento monetario de EE.UU. pesará sobre el crecimiento, dado que el país del norte es un importante socio comercial para todos ellos.
En tanto, la principal economía de la región, Brasil, aparece entre los peores posicionados también. Respecto del gigante sudamericano preocupan la creciente inflación, el alto pago de intereses de deuda y el abultado stock de deuda pública.
¿Ciclo virtuoso o no?
Si bien, aquellos momentos en los que los precios de los commodities se van por las nubes suelen ser beneficiosos para la región, y dado que en los países tuvieron un crecimiento fenomenal, el análisis pone en duda que en esta ocasión suceda algo similar.
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“A diferencia de los verdaderos superciclos de materias primas, este puede no ser suficiente para producir un auge más beneficioso en inversiones de áreas como la energía que requieren plazos largos”, sostiene el documento. Y resalta los “continuos trastornos políticos en la región”, relacionados con la “desilusión de los votantes con el crimen, la corrupción y la desigualdad de ingresos, exacerbada por el coronavirus”.
Por otro lado, los analistas destacaron que los fundamentos domésticos de América Latina también parecen más débiles esta vez que en 2008.
La región entró en la crisis financiera mundial en 2008 “con una salud económica sin precedentes”, dado que “la deuda pública era baja, el sector bancario gozaba de buena salud y los arduos esfuerzos de los principales bancos centrales en la región para controlar las expectativas de inflación habían valido la pena”. Por el contrario, hoy la región lidia con “alta inflación” y una deuda pública mucho más alta, que “deja a los gobiernos sin mucho margen de maniobra”.