El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) extendió la autorización para transacciones que permiten la exportación de gas licuado de petróleo a Venezuela, que había sido emitida hace un año.
La licencia general que vence el 7 de julio fue renovada por un año más, hasta el 12 de julio de 2023, y contempla ciertas transacciones de exportación o reexportación del gas licuado, utilizado mayormente como combustible para cocinar, calentar el agua y también para generar energía eléctrica.
El permiso aplica para empresas estadounidenses que esperan vender el producto a la administración de Nicolás Maduro, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) o cualquier entidad en la que estatal petrolera posea una participación del 50% o más.
Entre las limitaciones señaladas en la autorización renovada, se determina la imposibilidad de efectuar pagos en petróleo o en productos derivados.
A mediados de 2021, el déficit en la producción de gas doméstico alcanzó el 60%, de acuerdo a cifras de la oposición venezolana, que denunció en el momento las antiguas prácticas implementadas por familias venezolanas para lograr cocinar sus alimentos, sumado a los accidentes domésticos como consecuencia.
La extensión se da en medio de un proceso de negociaciones en el que el gobierno de Joe Biden ha sugerido un alivio o levantamiento de sanciones económicos, en un esfuerzo por retomar el diálogo entre la oposición y el chavismo en México, que permita avances en materia electoral, principalmente.