Honduras ocupa más investigación propia para mitigar el cambio climático

El país centroamericano tiene sus compromisos dentro de los convenios internacionales, pero la falta de ciencia local le impide desarrollar planes de mitigación acordes a su contexto, refirió un biólogo hondureño

Los huracanes Eta y Iota de noviembre de 2020 dejaron más de 200 personas muertas en Centroamérica. En la imagen, personal de Copeco constata daños en Tegucigalpa a causa de esos desastres.
05 de agosto, 2022 | 04:34 AM

San Pedro Sula — Los incendios forestales de California, la escasez de agua en Monterrey y los récords históricos de temperatura en Reino Unido son solo algunos de los eventos extremos que ahora mismo sufren millones de personas.

“El problema del cambio climático no es que esas cosas no pasasen antes, el problema es que se vuelven más frecuentes, más extremas y más normales”, dijo Johan Reyes, biólogo hondureño y estudiante de maestría en Manejo de Conservación en la Universidad Edge Hill, en Reino Unido.

El becario del programa Chevening dio una conferencia virtual que organizó la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacit), para ahondar sobre los efectos del cambio climático en el día a día y porqué se necesita de ciencia local para determinar las aplicaciones de mitigación.

En busca de acciones concretas, los Estados han establecido convenios internacionales para diseñar políticas conjuntas, programas nacionales y grupos de especialistas para coordinar y guiar las políticas públicas, como el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que este año publicó su sexto informe de evaluación.

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El reporte revela que los impactos relacionados con el clima son ya “generalizados” y, en algunos casos, “irreversibles”, es decir, el cambio climático ya está aquí.

Sobre ello, Reyes explicó que “es como ir en un carro y que les digan ‘vamos a chocar, ya no hay vuelta atrás’. Hay que ponernos el cinturón y evitar la mayor parte del impacto. Y sí, da miedo”.

El cambio climático no es nuevo

La comunidad científica empezó a trabajar con los convenios internacionales en 1979, en reacción a los cambios en la temperatura mundial producto de los gases de efecto invernadero que, después de la revolución industrial, comenzaron a incrementar en la atmósfera.

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Nueve años después, en 1988, los expertos comienzan a organizar todo el sistema de los paneles intergubernamentales y a diseñar políticas públicas, con el establecimiento del IPCC respaldado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

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En diciembre de 2015, los líderes mundiales reunidos la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), alcanzaron el histórico Acuerdo de París, en el que se definió metas ambiciosas en materia climática para acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.

“Honduras tiene también sus contribuciones frente al cambio climático, pero las nuestras son muy bajas, porque no tenemos estas industrias tan desarrolladas”, explicó Reyes.

Impactos previstos

A nivel global, no importa donde, se ha registrado un incremento de la temperatura promedio. “Cada verano es más caliente, pero también cada invierno es más frio. Hablamos de extremos”, explicó el biólogo hondureño.

Pese a toda la inversión y el trabajo por mitigar el cambio climático, el escenario para 2100 es desolador, revelan las perspectivas del IPCC: para el final del siglo se registrará más de tres grados centígrados de incremento con respecto a la temperatura media de la era preindustrial.

Eso sería absolutamente desastroso. Lo que significa que tenemos que hacer cambios radicales ya”, indicó Reyes.

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El sexto informe del IPCC prevé los impactos en Centroamérica y Sudamérica para los próximos 30 años, entre ellos, menor capacidad de alimentar la población, porque habrá una reducción del espacio cultivable y más problemas para pescar en las costas, enfermedades infecciosas más frecuentes, malnutrición relacionada con las olas de calor, desplazamientos de las personas hacia los lugares más frescos e inundaciones en las ciudades.

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Para contextualizar qué puede hacer Honduras ante los efectos del cambio climático, Reyes sugirió realizar informes de biodiversidad para medir cómo se está impactando en el tiempo, planes nacionales de reforestación para prevenir los deslaves y problemas relacionados con la agricultura, y planes de adaptación y mitigación para reducir los daños lo más posible.

Vulnerabilidad de Honduras

El biólogo expuso que aunque existe información descriptiva sobre la temperatura del país, no hay proyecciones sobre qué pasará en las diferentes ciudades. Tal déficit de datos ha llevado a adaptar reportes regionales al contexto local.

Nos falta investigar para nuestro país qué tan fuertes serán los impactos. Sí sabemos que en la región habrán impactos que se van a dar en todos los países, pero no en qué lugares de Honduras tocará mitigarlos”, explicó.

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En los últimos tres años, el índice de riesgo climático global de GermanWatch señala que Honduras ha sido el país más afectado por pérdidas relacionadas con eventos hidrometeorológicos extremos como tormentas, inundaciones y sequías.

Por ello, Reyes dijo que en la medida que se contextualicen los planes nacionales respaldados por normativas legales internacionales, se podrá trabajar de forma direccionada y maximizar la inversión en un país donde los fondos no abundan.