Trader operaba acciones para beneficiar amigos y socios a costa de otros clientes

Alejandro Peña Prieto, ex operador de Valores Bancolombia, y con pasado en Interbolsa, fue suspendido del mercado por casi un año y multado con $96 millones

Mercados
26 de octubre, 2022 | 04:00 AM

Bogotá — El Autorregulador del Mercado de Valores suspendió por 11 meses y multó con $96 millones a Alejandro Peña Prieto, ex gerente comercial en Valores Bancolombia, tras descubrir que por casi un año realizó operaciones con acciones con las que benefició a amigos y socios comerciales a costa de otros clientes a su cargo.

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En las etapas de indagación preliminar y de investigación se logró establecer que Alejandro Peña Prieto, en calidad de funcionario de la sociedad comisionista entre el 29 de mayo de 2020 y el 2 de febrero de 2021 utilizó información sobre cómo operarían 12 de sus clientes, para estructurar las operaciones de otros 3 de sus clientes con el objetivo de garantizar la obtención de utilidad para estos últimos.

AMV determinó que Peña Prieto tenía relaciones de amistad con los clientes beneficiados, así como vínculos comerciales con ellos entre los años 2017 y 2021, que afectaban la objetividad que debe caracterizar las relaciones comerciales, constituyéndose de esta forma en sus “Partes Relacionadas”, de conformidad con lo previsto en el reglamento del AMV.

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No obstante, verificadas las declaraciones de revelación de parentesco y otros relacionados para 2019 y 2020, aportadas por Valores Bancolombia, se advirtió que estas personas no fueron reportadas por Peña Prieto como sus Partes Relacionadas, información que tampoco fue compartida a través de otro medio.

A través de la investigación se logró establecer que Peña Prieto, actuando por cuenta de los 3 clientes beneficiados, celebró 428 operaciones en el mercado de renta variable en el periodo investigado.

Dentro de esas operaciones, se identificaron 383 correspondientes a 33 esquemas intradía, en los que, en su gran mayoría (31 esquemas) el imputado, actuando por cuenta de los clientes beneficiados, ejecutó de manera adelantada operaciones sobre la misma especie y en la misma punta en que sabía que operarían los clientes afectados.

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Lo anterior, para luego cruzar a los clientes beneficiados con los clientes afectados, de resultar necesario, para que los primeros obtuvieran utilidad.

Respecto de los 2 esquemas restantes, Alejandro Peña Prieto, al conocer la intención de compra o venta de los clientes afectados, cruzó sus operaciones con los clientes beneficiados a precios que no correspondían con los mejores que ofrecía el mercado, para luego realizar por cuenta de estos últimos, operaciones contra mercado en la punta contraria, a mejores precios, lo que les garantizaba utilidad.

Se pudo determinar que la conducta fue desplegada a partir del mes de mayo de 2020, momento en el cual la mayor parte de los intermediarios trasladó su operación a los domicilios de sus funcionarios y en el que existía un compromiso por parte del mercado por mantener condiciones de seguridad y transparencia bajo este nuevo modelo, circunstancia aprovechada por Peña Prieto para que el mecanismo que implementó para obtener provecho indebido para los clientes beneficiados pasara desapercibido.

Hay que recordar que durante el 2020 el AMV flexibilizó las reglas bajo las cuales debían operar los participantes del mercado para mantener a flote las negociaciones de divisas, acciones y renta fija entre otras, ante la aparición de la pandemia del Covid-19 lo cual obligó a cierres y cuarentenas en Colombia y el mundo.

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Para viabilizar el mecanismo utilizado para asegurar los resultados positivos para los 3 clientes beneficiados, Peña Prieto, además de no revelar sus relaciones con ellos, incurrió durante el periodo investigado en otras conductas.

Una de ellas fue operar sin orden. Se identificaron 364 operaciones respecto de las cuales no existe orden previa a su ejecución. En relación con estas operaciones se advirtió que, con posterioridad a su ejecución, en algunos casos días después, los clientes por cuenta de quienes se celebraron aportaron correos electrónicos mediante los cuales las ratificaron.

AMV identificó diversas fallas en el procesamiento y ejecución de órdenes correspondientes a operaciones celebradas por Alejandro Peña Prieto, incluyendo la transmisión de órdenes al sistema de negociación sin su registro previo en el LEO, en calidad de operador con acceso directo, y el registro en el mismo libro de información que no era consistente con los medios verificables respectivos.

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Sobre este último aspecto, AMV encontró evidencia de que Alejandro Peña Prieto instruyó a sus asistentes para que ingresaran en el LEO información que no correspondía con la contenida en los medios verificables en aspectos tales como la hora de toma de la orden y el tipo de orden (mercado/límite).

En otros casos, por instrucción de Peña Prieto, las confirmaciones posteriores a la ejecución de las operaciones, fueron inscritas como órdenes, registrando el medio verificable correspondiente con una hora anterior a la ejecución de la operación. Esta situación facilitó ocultar que las operaciones habían sido ejecutadas sin orden, afectando las labores de seguimiento y monitoreo de Valores Bancolombia.

Además, se pudo establecer que Peña Prieto ejecutó 47 operaciones de venta por cuenta de los 3 clientes beneficiados, sin que aquellos tuvieran la propiedad de los valores objeto de transacción y sin marcar las respectivas órdenes en el sistema de negociación como “ventas en corto”.

Por último, la investigación arrojó que Peña Prieto ejecutó 182 operaciones por cuenta de los clientes beneficiados, sin que aquellos contaran con los recursos disponibles (135 operaciones) o el portafolio necesario (47 operaciones) – según correspondiera a una compra o una venta – que soportara el cumplimiento de éstas.

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Los clientes por cuenta de quienes Peña Prieto realizó estas operaciones no cumplían con las condiciones establecidas en el Manual SARIC de Valores Bancolombia para operar sin contar previamente con los recursos o los títulos.

Entre los atenuantes que evitaron una sanción mayor está que Alejandro Peña Prieto no tiene antecedentes disciplinarios por la infracción a las normas del mercado de valores, por parte de la Superfinanciera o el AMV. Además, reconoció la comisión de las infracciones al solicitar un acuerdo de terminación anticipado en el marco del proceso disciplinario.

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No obstante, el AMV también tomó en consideración como agravante el hecho de que cometió las infracciones aprovechando circunstancias de tiempo, modo y lugar que dificultaban su identificación. En particular, aprovechó las circunstancias que caracterizaron la forma en que debieron operar los intermediarios de valores con ocasión de la pandemia producto del Covid 19.

También, el hecho de que en el pronunciamiento sobre el Auto de apertura, Alejandro Peña Prieto indicó que durante la operación remota Valores Bancolombia le permitió recibir órdenes por teléfonos no grabados.

En el marco del proceso disciplinario se demostró que los lineamientos para la toma de órdenes durante el trabajo remoto, adoptados por Valores Bancolombia, no autorizaban la ejecución de operaciones en las condiciones en las que operó el trader.

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Finalmente, se tomó como agravante el hecho de que Alejandro Peña Prieto se valió de su poder de injerencia en relación con el manejo de los portafolios de los clientes beneficiados, quienes eran sus partes relacionadas no reveladas, para ejecutar la conducta.

Sobre los hechos y cómo se realizó la investigación, Valora Bancolombia aseguró que “para Valores Bancolombia, la ética y la integridad son premisas innegociables. El estricto cumplimiento de nuestros deberes frente al mercado, así como los procedimientos y controles que implementamos en desarrollo de nuestra actividad nos permiten estar seguros de que el actuar de Valores Bancolombia y de sus empleados se da bajo los estándares y valores que exige este negocio. En este caso, gracias a nuestros controles internos y a un trabajo articulado con el Autorregulador del Mercado de Valores —AMV—, evidenciamos un comportamiento inusual que nos permitió actuar a tiempo, y cumpliendo nuestro deber de colaboración con AMV, aportamos la información necesaria para adelantar la investigación que tuvo como resultado el Acuerdo de Terminación Anticipada con el exfuncionario. De la misma forma, y ante las señales identificadas, se tomó la decisión de terminar dicha relación laboral, precisamente en la salvaguarda de la promesa de servicio con integridad entregada a nuestros clientes. En esa misma línea, confirmamos que Valores Bancolombia no ha sido investigada ni sancionada por las autoridades competentes en relación con estos hechos”.