Bloomberg — En la peor escalada de violencia en nueve meses, Israel y los militantes palestinos de la Franja de Gaza siguieron intercambiando ataques por tercer día consecutivo, desafiando los esfuerzos internacionales por lograr un alto el fuego.
El miércoles, escuadrones de la Yihad Islámica dispararon más de 500 cohetes contra Israel, lo que llevó a la aviación militar israelí a asesinar al principal fabricante de cohetes del grupo en Gaza. Tras una pausa de ocho horas, los militantes reanudaron el fuego y exigieron el fin de los asesinatos como precio para una tregua, que Israel rechazó.
Hamás, que gobierna Gaza, no se ha sumado a las hostilidades hasta ahora, y la situación se ha mantenido relativamente contenida. Desde que comenzó la violencia el martes con el asesinato por Israel de tres altos mandos de la Yihad Islámica, han muerto al menos 25 palestinos, entre ellos niños y civiles, y más de 70 han resultado heridos. Los cohetes palestinos que se quedaron cortos y cayeron dentro de Gaza han matado a cuatro personas, entre ellas tres niños, según un responsable militar israelí.
No ha habido víctimas graves dentro de Israel, donde los sistemas de defensa antimisiles Cúpula de Hierro interceptaron cientos de cohetes.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, habló durante la noche con su homólogo israelí, Tzahi Hanegbi, e insistió en la necesidad de rebajar la tensión y evitar más muertes. Al mismo tiempo, Sullivan reafirmó el “apoyo férreo” de Washington a la seguridad de Israel y a su derecho a defender a su pueblo de los ataques con cohetes.
Israel emprendió esta última campaña contra la Yihad Islámica después de que el grupo militante lo bombardeara con más de 100 cohetes la semana pasada tras la muerte de uno de los miembros de la organización en una prisión israelí mientras estaba en huelga de hambre.
Israel ha pedido a Hamás que se mantenga al margen de los combates, al tiempo que ha advertido de que está dispuesto a entrar en hostilidades más amplias si se le presiona.
La vida a ambos lados de la frontera entre Gaza e Israel se ha visto gravemente alterada. En Gaza se cerraron las escuelas y los colegios, y la mayoría de los comercios, excepto los bancos y las tiendas de alimentación. Las calles se vaciaron mientras la gente se refugiaba de los ataques aéreos.
En tanto, comunidades enteras del sur de Israel fueron evacuadas hacia el norte, las carreteras quedaron bloqueadas y los trenes con destino a la zona se detuvieron. Varias casas fueron alcanzadas, pero no se registraron víctimas.
La última vez que estallaron combates en la frontera entre Gaza e Israel fue en agosto. Fueron tres días de enfrentamientos desencadenados por el asesinato de un dirigente de la Yihad Islámica.
Durante el último año Israel ha llevado a cabo operaciones militares en Cisjordania ocupada contra presuntos militantes, muchos de ellos de la Yihad Islámica. Israel afirma que las redadas tienen por objeto anticiparse a los atentados e interrumpir las operaciones militares.
Este año han muerto en Cisjordania más de 100 palestinos, entre ellos decenas de militantes. Los atentados palestinos contra israelíes han causado la muerte de al menos 20 personas en ese periodo.
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