Bloomberg — Goldman Sachs Group Inc. (GS) experimentó un descenso significativo de sus beneficios durante el trimestre, convirtiéndolo en uno de los más débiles bajo la dirección del CEO David Solomon.
Los beneficios cayeron un 58% debido a varios factores, entre ellos el desplome de la banca de inversión, las rebajas del mercado inmobiliario y una depreciación del fondo de comercio en el negocio de consumo, que incluye el negocio de préstamos GreenSky.
Como resultado, el rendimiento de los fondos propios, una medida crucial de la rentabilidad, descendió al 4% en el trimestre, lo que lo convierte en el más bajo entre los principales bancos estadounidenses.
Antes del informe, la empresa había estado gestionando activamente las expectativas, lo que llevó a los analistas a reducir significativamente sus estimaciones de beneficios trimestrales a casi la mitad desde mediados de junio. Las acciones de la empresa bajaron un 1% en las primeras operaciones de Nueva York.
La dirección de Goldman ha estado trabajando para suavizar los a veces volátiles resultados trimestrales de la empresa, que registraron grandes ganancias durante el auge posterior a la pandemia, seguidas de una racha de objetivos de rentabilidad incumplidos. Los inversores están a la espera de ver si el segundo trimestre representa un punto de inflexión para la empresa con sede en Nueva York, con una racha más estable de ganancias de beneficios por delante.
El comercio de acciones fue uno de los puntos brillantes, ya que superó a sus principales rivales con unos ingresos de US$3.000 millones, frente a las estimaciones de US$2.470 millones.
El negocio de gestión de activos y patrimonios de Goldman registró unos ingresos de US$3.050 millones, un 4% menos que un año antes. Los analistas preveían unos ingresos de US$3.500 millones para esta división. La unidad se vio afectada por la exposición del banco al sector inmobiliario, con depreciaciones tanto en su cartera de préstamos como en sus inversiones de capital, lo que contribuyó a un impacto de US$1.150 millones en los beneficios antes de impuestos ligados a sus principales inversiones.
A diferencia de la mayoría de sus principales competidores, Goldman ha utilizado agresivamente su propio balance para realizar inversiones, una estrategia que puede provocar grandes oscilaciones en los resultados. La empresa ha tratado de depender más de las comisiones por invertir dinero para otras instituciones.
El banco también registró un aumento de los gastos de explotación debido a la forma en que contabiliza las minusvalías vinculadas a algunas de sus inversiones inmobiliarias consolidadas, así como a la depreciación del fondo de comercio. Los deterioros totalizaron unos US$1.000 millones.
El banco ha estado tratando de vender el negocio de GreenSky poco más de un año después de completar su compra, uno de los signos más visibles del drástico retroceso de la dirección en su estrategia de banca minorista en el último año.
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