Bloomberg — Ámsterdam confirmó esta semana sus planes para construir un vecindario completo con madera, un material renovable que la región espera que sea clave para reducir las emisiones de los edificios.
El nuevo barrio, el primero de este tipo en una ciudad holandesa en varios siglos, refleja un compromiso más amplio de los municipios del Gran Ámsterdam en 2020 para garantizar que al menos el 20% de las nuevas construcciones utilicen madera como materia prima para 2025. La medida, la ciudad argumenta, servirá mucho para reducir las emisiones del sector de la construcción, y posiblemente proporcione un modelo para futuros proyectos de finca raíz en madera.
Se llama Mandela Buurt (“barrio Mandela”) inspirado por el parque cercano Nelson Mandela. El barrio estaría ubicado en el sur de la ciudad y su construcción comenzaría en 2025. Contendrá diez nuevos bloques de apartamentos, una escuela primaria e instalaciones sociales, albergando a unos 2.100 residentes en 700 nuevos apartamentos. Algo crucial para una ciudad con escasez de viviendas asequibles disponibles es que los beneficios sociales del nuevo distrito no se limitarán a los materiales de construcción sostenibles. Ubicadas en una parte de la ciudad de ingresos relativamente bajos, el 80% de las viviendas del nuevo vecindario se ofrecerán como viviendas públicas o asequibles a alquileres más bajos que los del mercado, y las personas que hayan vivido en el área durante seis años o más tendrán acceso prioritario a arrendamientos.
Si bien aún no se han publicado planos detallados del vecindario, el compromiso con la construcción en madera podría ofrecer numerosos beneficios. Debido a que los árboles se pueden replantar, la madera es un recurso renovable. Además, la madera maciza estructural que se utiliza en la construcción no requiere necesariamente un acabado de albañilería, reduciendo la cantidad de materiales necesarios y simplificando el proceso de construcción. Los edificios construidos con madera no solo reducen las emisiones, también pueden almacenar carbono. Un estudio finlandés de 2020 estimó que si el 80% de la construcción europea transicionará a la madera como materia prima, la cantidad de carbono secuestrada sería equivalente al 47% de las emisiones de la industria del concreto del continente.
La construcción con madera también puede ayudar a acelerar la entrega de nuevos edificios, ya que muchos componentes se pueden prefabricar y ensamblar lejos de la ubicación planificada de un edificio. Si bien la construcción en el sitio de Mandela Buurt no comenzará hasta 2025 (y aún no se han presentado los diseños arquitectónicos de las viviendas), la ciudad estima que las primeras viviendas del barrio podrían estar listas en 2026.
Ámsterdam está lejos de ser la única ciudad europea que fomenta el uso de más madera en la construcción. En los países nórdicos, la madera ya es un material de elección común, y proyectos hasta la fecha incluyen rascacielos de madera en Noruega y una manzana entera remodelada con madera en Helsinki. Pero como uno de los países menos boscosos de Europa, Holanda no es un lugar donde la madera haya sido un material de construcción importante en la historia reciente, más allá de su uso en marcos y vigas de casas. Igualmente, la posible necesidad potencial de importar madera de otras regiones hace que la construcción de madera holandesa sea algo menos sostenible, aunque los Países Bajos están tomando medidas para aumentar su superficie forestal.
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