Bolivia

Pedraza: “La economía boliviana no se puede dar el lujo de aislarse del mundo”

El analista y excandidato a la Vicepresidencia del país habló con Bloomberg Línea sobre el impacto para la economía de no condenar la invasión rusa a Ucrania

Gustavo Pedraza, excandidato a la Vicepresidencia de Bolivia
03 de mayo, 2022 | 08:58 AM

Gustavo Pedraza, candidato a Vicepresidente de Bolivia en 2019, considera que Bolivia se equivoca al unirse a los 35 países que se abstuvieron de condenar la agresión bélica de Rusia a Ucrania. Para Pedraza, esta decisión “es el peor error de la gestión” del presidente boliviano, Luis Arce, y asegura que “su impacto se verá reflejado a corto plazo en la economía nacional”.

Cabe recordar que Bolivia votó por abstenerse cuando se aprobó una resolución de condena a la invasión de Ucrania y se exigió a Rusia la retirada de sus tropas. En el sistema de votación de la ONU, si un país miembro permanente no está totalmente de acuerdo con una propuesta de resolución, pero no desea emitir un veto, puede optar por la abstención, lo que permite que la resolución se apruebe si obtiene el número requerido de nueve votos favorables. En materia de relaciones internacionales “abstenerse en casos como estos significa ser cómplices de la agresión”, denuncia tajante Pedraza.

Bolivia se unió a una lista de países que no han mostrado apoyo a Ucrania y que votaron por el silencio: Angola, Argelia, Armenia, Bangladesh, Bolivia, Burundi, China, Congo, Cuba, El Salvador, Guinea Ecuatorial, India, Irán, Iraq, Kazajstán, Kirguistán, Laos, Madagascar, Malí, Mongolia, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Pakistán, República Centroafricana, Senegal, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sri Lanka, Sudán, Tayikistán, Tanzania, Uganda, Vietnam y Zimbabwe.

“Nuestra pequeña economía, cuyo PIB anual es comparable al precio que Elon Musk pagó por Twitter no puede darse el lujo de aislarse así de la comunidad internacional y perder el interés de inversionistas extranjeros que condenan a estos países por ser cómplices del conflicto armado”, dijo Pedraza.

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Para este analista, Bolivia sufrirá el impacto de la guerra en el segundo semestre del año en el precio del trigo y del aceite de girasol. De hecho la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya alertó sobre el aumento global de los precios de los alimentos de entre 8% y 22% en el mundo por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Pedraza es abogado y graduado en Administración Pública en Harvard, fue consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Y además ha sido consultor para la FAO, la Agencia de Cooperación de Dinamarca y del Banco Mundial en áreas como gestión del desarrollo. Ahora se dedica a la agropecuaria y dirige Gestión de Capital Social (GCS), una empresa especializada en investigación política y social con base en Santa Cruz.

Bloomberg Línea habló con Pedraza. Esta entrevista se editó en aras de la claridad para el lector.

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¿Cómo analiza este último año de gestión del presidente Arce?

Se ha impedido una crisis económica aguda, pero no sabemos cuán sostenible sea porque se ha evitado una crisis a costa del endeudamiento. No se ha resuelto el alto porcentaje de desempleo, ni el tema de la reactivación de la economía productiva. Estamos hablando del primer año, ahora veremos cómo le va en los otros años. Yo no soy optimista.

Las condiciones en las que está la economía del país no son buenas y las perspectivas tampoco. Nuestro endeudamiento externo muestra la incapacidad del Estado de haber logrado desarrollar proyectos que reemplacen los volúmenes de producción de gas de hace 8 años. Tenemos el litio sin explotar, la economía productiva de Santa Cruz sin poder dinamizarse. No hay incentivos para las exportaciones, más bien hay restricciones y techos para los empresarios. Yo creo que el gobierno debería tener una mirada de largo alcance y de mayor apertura. Lo principal es dejar de lado el discurso retrógrado que se maneja del imperialismo que ya no va en esta época. Ese discurso solo nos deja de lado de países que no son buenos referentes de democracia y desarrollo, como los que votaron por abstenerse de condenar el conflicto bélico actual.

¿Cómo afectará la guerra en Rusia en la economía boliviana?

Vamos a sentir el impacto de la guerra en el trigo: el tamaño de la marraqueta va disminuir o el precio de la marraqueta va a subir. Lo mismo con el fideo, que es el alimento de la mayoría de la población pobre. Compramos el 70% del trigo del exterior y nuestra producción es solo 30%. Creo que esto lo vamos a sentir en el segundo semestre del año. Rusia y Ucrania son grandes productores de cereales, entre ellos el trigo. El gobierno boliviano como respuesta ha creado una empresa para cultivar trigo. Pero se está equivocando, esa no es la solución a corto plazo. Yo creo que una política pública rápida sería un incentivo al precio del trigo. Espero que lo estén analizando.

Otro tema será el precio de los combustibles, no internamente, por que no creo que el gobierno haga el incremento del precio. Pero nosotros cada año importamos más diésel y más gasolina entonces la subvención que costea el gobierno va a ser mayor. Los especialistas dicen que el precio del barril del petróleo va a subir progresivamente. Entonces, ¿qué significa eso? Que el año pasado nuestro volumen es de exportación de gas (ganancias) eran casi iguales a los volúmenes de importación de combustible (gastos). Este año, con esta proyección, la importación de combustible va a ser en superior a la exportación de gas. Eso será muy dañino para la economía interna.

Por otro lado, estos dos países en guerra también son los más grandes productores de girasol. El girasol no va a tener la misma producción mundial que el año pasado, los puertos están ahora militarizados por la guerra, así que seguramente el aceite de girasol va a tener otro precio. Eso se sentirá también localmente en el aceite.

¿Cuál será el impacto de no haber condenado la invasión rusa a Ucrania?

El Gobierno tomó la decisión de la abstención. Si bien es un derecho en el sistema de votación de las Naciones Unidas, en términos políticos muestra que hay un alineamiento del gobierno boliviano con Rusia. Si yo veo que se está agrediendo a un país, que están matando civiles y no condeno, entonces yo soy cómplice, ¿no? El gobierno boliviano ha demostrado eso en las sucesivas votaciones; no solo de las Naciones Unidas sino también de la OEA.

Estamos en bloque alineados a Venezuela, Nicaragua, Rusia, China… eso nos ha ido aislando de la comunidad internacional. No nos hace bien, y eso se verá reflejado en la economía. Ninguna empresa grande, ni inversor privado se siente atraído por un país con posiciones de ese tipo. Eso no genera incentivos para que haya inversión extranjera. La inversión no viene a países que tienen descomposición institucional, que tienen manipulación judicial, desde el poder político o que apoyan causas que están siendo condenadas en todo el mundo.

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Hablando de inversión extranjera: ¿cómo le ha ido al país haciendo negocios con China? Algunos de los proyectos han tenido fuertes cuestionamientos por supuestos actos de corrupción e incumplimientos.

Nada bien, es más bien dañino para el país. Desde que Evo Morales fue presidente, el MAS decidió alinearse al bloque de China, de Rusia, de Venezuela, de Nicaragua y Cuba y hacer negocios con China antes de hacer negocios con Estados Unidos o con Europa. Esa mala decisión se la ve reflejada en las carreteras. Se ha invertido infinidad de recursos cuando había bonanza económica, cuando el gas estaba en su auge. La mayoría acá, casi la totalidad de las licitaciones públicas fueron para empresas públicas chinas. El resultado son proyectos que nunca fueron ejecutados y los que sí, han sido muy deficientes.

Un Estado tiene que hacer negocios con todo el mundo. Imagínense que la compra reciente de Twitter fue más cara que el PIB anual de Bolivia. Un Estado tan pequeño, como el nuestro, no puede darse el lujo de aislarse así. Y un país tiene que construir sus carreteras con la mejor tecnología. Y si hay empresas nacionales que pueden hacerlo mejor todavía. Lo peor es alinearse ideológicamente y comprometer la economía por esas decisiones. Yo creo que ha sido el más gravísimo error que ha cometido el gobierno.