Bloomberg — El Departamento de Estado de EE.UU. alertó el martes a sus ciudadanos que viajan al extranjero sobre posibles represalias por parte de Al-Qaeda y sus seguidores después de que el jefe de la organización muriera en un ataque estadounidense durante el pasado fin de semana en Afganistán.
El departamento dijo en una actualización de precaución mundial, que cree que “existe un mayor potencial de violencia antiestadounidense dada la muerte de Ayman al-Zawahiri el 31 de julio de 2022″.
Zawahiri fue asesinado el domingo en Kabul, la capital afgana, cuando salió al balcón de su residencia y un dron disparó misiles Hellfire, según un alto funcionario de la administración de Biden, quien agregó que no hubo otras víctimas.
“La información actual sugiere que las organizaciones terroristas continúan planeando ataques terroristas contra los intereses estadounidenses en múltiples regiones del mundo”, destacó el Departamento de Estado de EE.UU.
“Se recomienda encarecidamente a los ciudadanos estadounidenses que mantengan un alto nivel de vigilancia y practiquen una buena conciencia de la situación cuando viajen al extranjero”, agregó.
La operación estadounidense involucró varios meses de trabajo de inteligencia para rastrear a la familia de Zawahiri hasta Kabul e identificar el objetivo, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
“Esta misión realmente tomó forma en el transcurso de los últimos seis o siete meses. Fue realmente a principios de este año, como escuchó decir al presidente, que recibimos indicios de que el Sr. Zawahiri se había mudado a Afganistán”, dijo Kirby a CNN el martes.
Zawahiri, nacido en Egipto y de 71 años, tomó el control de al-Qaeda después de que Osama bin Laden, el fundador de la organización terrorista, fuera asesinado por las fuerzas estadounidenses en Pakistán en 2011.
En declaraciones el lunes por la noche en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden describió a Zawahiri como un jugador fundamental en la planificación de los ataques del 11 de septiembre en los EE.UU, Kenia y Tanzania, y el USS Cole en el año 2000.
Biden dijo que el ataque mostró que Estados Unidos estaba comprometido a evitar que Afganistán se convirtiera nuevamente en un refugio para grupos terroristas un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses del país, comentarios repetidos por Kirby el martes.
--Con la ayuda de Akayla Gardner .
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