Administración de Maduro inició diálogo para controlar precios de alimentos

A medida que las sanciones de EE.UU. contra Maduro y su Gobierno se han endurecido, el mandatario ha aliviado los controles económicos

Bloomberg Línea
Por Nicolle Yapur
03 de agosto, 2022 | 01:41 PM

Bloomberg — El giro de Nicolás Maduro hacia el capitalismo está siendo puesto a prueba al tiempo que intenta frenar la galopante inflación de alimentos sin recurrir a las tácticas de mano dura, que aplicó antiguamente, con topes de precios y amenazas de cárcel para productores y dueños de tiendas.

El Gobierno inició conversaciones con los productores de alimentos con el fin de controlar los aumentos de precios de los productos básicos. Las empresas, por su parte, explicaron sus políticas de precios, incluidos los costos de producción, a los representantes gubernamentales, según cuatro personas que asistieron a las reuniones y solicitaron el anonimato ya que las conversaciones son privadas. Las discusiones iniciales se han centrado en 27 productos básicos, incluidos leche y carne.

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La idea es llegar a un acuerdo mutuo y evitar que el Gobierno imponga condiciones, dijo la ministra de Comercio, Dheliz Álvarez, quien ha participado en las reuniones. “Se trata de identificar los elementos que influyen e impactan sobre elevar sus costos de producción y, junto a ellos, vamos desentramando”, dijo en una entrevista luego de pronunciar un discurso ante la asociación de la industria privada más grande del país, Conindustria, hace dos semanas.

Venezuela no está sola en su intento por abordar el aumento de los precios. Los Gobiernos de todo el mundo luchan por contener el incremento en el costo de los alimentos y el combustible, y algunos, incluido México, han logrado acuerdos de topes de precios con grandes empresas. En Venezuela, el costo de los alimentos aumentó 172% en junio en comparación con el año anterior, según el grupo de investigación Cenda.

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Al tiempo que Venezuela intenta dejar atrás una crisis económica de siete años marcada por la hiperinflación, la profunda contracción económica, el hambre y la pobreza, el aumento en los precios desconcierta tanto al Gobierno como a los consumidores que han adoptado en gran medida el dólar estadounidense como principal medio de transacción.

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El banco central, que de nuevo comenzó a publicar datos inflacionarios en 2019 luego de casi cuatro años de bloqueo, dijo que los precios al consumidor subieron 6,5% en mayo y 23,9% en lo que va de 2022. Las cifras de inflación de junio y julio no han sido publicadas y el banco no publica una cifra anual.

A medida que las sanciones de EE.UU. contra Maduro y su Gobierno se han endurecido, el mandatario ha aliviado los controles económicos. La hiperinflación fue erradicada en diciembre y los productos extranjeros están inundando las tiendas después de que el Gobierno eliminó los impuestos de importación de miles de ellos.

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Los temores sobre el impacto de la inflación global, especialmente en el sector alimentario, han empujado al Gobierno a buscar ayuda del sector privado. “Nosotros tenemos que minimizar esos riesgos, y esa es la razón por la cual nos reunimos”, dijo Álvarez.

Controles de Chávez

Los dueños de negocios desconfían con razón de lo que se avecina. La historia de Venezuela de controles de precios, muchos impuestos por el difunto presidente Hugo Chavez, afectó a las empresas privadas, que no pudieron mantener la producción a los precios establecidos por el Gobierno, muchas incluso fueron nacionalizadas.

Cuando los precios del petróleo alcanzaron mínimos históricos en 2014, la escasez comenzó a afectar a los supermercados, con un pico en 2017, cuando los venezolanos hicieron cola durante horas para comprar cantidades racionadas de leche y harina.

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“El Gobierno tiene claro que cualquier percepción de control de precios podría amplificar una contracción económica”, dijo Luis Vicente León, jefe de la encuestadora Datanálisis. “Más allá de lo que se pretenda hacer, esto siempre genera una inquietud que puede ser muy negativa”.

Hasta el momento se han llegado a acuerdos para un puñado de productos, según una de las personas que asistió a las reuniones. En algunos sectores, el Gobierno aún analiza los datos.

“La industria es la más interesada en que los precios se mantengan abajo”, dijo Roger Figueroa, presidente de la Cámara de la Industria Láctea de Venezuela, quien asistió a las reuniones. “Espero que lleguemos a un acuerdo”.

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