La desaparición de un banquero estrella en China altera a su élite empresarial

Bloomberg — Bao Fan se convirtió en uno de los actores financieros más influyentes de China por su capacidad de cerrar acuerdos complicados y detectar nacientes estrellas tecnológicas.

Es por eso que su súbita desaparición, vinculada a una investigación del gobierno chino, ha alterado a la élite empresarial del país y está generando dudas sobre si la ofensiva regulatoria del presidente Xi Jinping sobre el sector privado ha terminado.

Si bien no hay indicios de que el presidente de China Renaissance Holdings Ltd. sea el objetivo de los reguladores, el banco de inversión dijo en la noche del jueves que había perdido el contacto con Bao. A su familia se le dijo que está ayudando con una investigación, según una persona familiarizada con el asunto.

Cong Lin, ex presidente de la empresa, está siendo investigado por las autoridades desde septiembre, dijo la persona, que pidió no ser citada por tratarse de información privada.

A falta de comentarios oficiales de las autoridades chinas sobre el paradero de Bao, las especulaciones sobre su destino han dominado las conversaciones entre financieros y ejecutivos tecnológicos de Hong Kong y China continental. Bao tiene amplias conexiones y está al tanto de información relacionada con los mayores empresarios del país, asesorando a gigantes como Alibaba Group Holding Ltd. (BABA) y Tencent Holdings Ltd., entre otros.

En China, la ausencia repentina de un jefe es cada vez más un indicio de represión o investigación por parte de las autoridades. En muchos casos, se dice que la persona está “ayudando” en las investigaciones de corrupción. Las empresas que cotizan en bolsa suelen informar de que han perdido el contacto con el ejecutivo y tienen que hacer sus propias averiguaciones sobre lo ocurrido dentro del opaco sistema jurídico del país.

Bao, un hábil y franco negociador, creó el banco de inversión tecnológico más importante de China. Convenció a una empresa respaldada por Jack Ma para que se convirtiera en un inversor clave cuando su empresa salió a bolsa en 2018 y ha sido el banquero de referencia para las mayores estrellas tecnológicas.

Bao se encuentra entre los “individuos educados en Occidente de China con muchas conexiones con la élite financiera mundial”, dijo Victor Shih, profesor asociado de la Universidad de California en San Diego que se especializa en las políticas bancarias de China. “No vemos a ese tipo de personas meterse de repente en problemas tan graves a menudo”.

Bao estudió literatura inglesa en la prestigiosa Universidad Fudan de China y obtuvo un máster en negocios y economía en la BI Norwegian School of Management en 1995.

Una vez dijo que su misión era “participar en la creación de valor de los mayores empresarios” de China.

Antiguo banquero en Morgan Stanley (MS) y Credit Suisse Group AG (CS), Bao fundó China Renaissance en 2005, haciéndose un nombre por su labor de intermediación en fusiones que llevaron a la creación de Didi Global Inc. (DIDI) y Meituan.

Su banco ayudó con 574 colocaciones privadas para empresas como Grab Holdings Ltd. y Kuaishou Technology, recaudando un total de US$41.000 millones para las empresas antes de su salida a bolsa hace cinco años.

Su empresa fue bookrunner en la oferta pública inicial estadounidense de US$2.000 millones de JD.com Inc. en 2014, y uno de los principales suscriptores de la cotización de Kuaishou Technology en Hong Kong en 2021, la mayor salida a bolsa de Internet desde el debut de Uber Technologies Inc. (UBER) en 2019.

China Renaissance también ha sido un inversor prolífico, respaldando a empresas como NIO Inc. y WuXi AppTec Co. Bao expandió más tarde sus negocios a la gestión patrimonial y los servicios de corretaje.

La firma tenía alrededor de 48.600 millones de yuanes (US$7.100 millones) bajo su gestión de inversiones a finales de junio de 2022, según su informe provisional más reciente.

Bao, optimista

Bao se mostró optimista incluso después de que China tomara medidas enérgicas contra el sector tecnológico durante un año. En los últimos dos años ha convencido a inversores del Sudeste Asiático y Oriente Medio para que respalden su expansión en el sector de capital riesgo, centrándose en inversiones en sanidad, marcas de consumo y tecnología empresarial.

Las autoridades han guardado silencio sobre la desaparición de Bao. China Renaissance se negó a hacer más comentarios de los que había revelado en una declaración bursátil.

En un memorándum dirigido a su personal el viernes, el comité ejecutivo de la empresa instó a sus empleados a permanecer unidos, a no creer en rumores ni a difundirlos. “Por favor, confíen en el grupo y en el comité ejecutivo, no se inquieten y no pasa nada si nos encontramos con algunos problemas a corto plazo”, decía el comité.

China Renaissance se desplomó un 28% el viernes en Hong Kong.

“Esto podría suponer un lastre a largo plazo para el valor, dado que Bao es el hombre clave de la empresa”, afirmó Willer Chen, analista de Forsyth Barr Asia Ltd., que también se ha hecho eco de la noticia.

El ex presidente del banco, Cong, ocupó diversos cargos en el Industrial & Commercial Bank of China Ltd. (ICBK). Dejó China Renaissance el año pasado, según una persona familiarizada con el asunto.

No está claro si la desaparición de Bao marca la escalada de nuevas inspecciones en el sector financiero chino.

A finales de 2021, el presidente Xi lanzó una amplia investigación contra la corrupción en el sector financiero del país, valorado en US$60 billones. La investigación también ha implicado a la comunidad de banca de inversión, atrapando a banqueros de corredurías como Everbright Securities Co. y Guotai Junan Securities Co.

El Gobierno ha suavizado recientemente su postura hacia el sector privado, elogiando a Ant Group Co. por seguir el liderazgo del Partido Comunista y reanudar el servicio de transporte por carretera Didi en las tiendas de aplicaciones. También ha adoptado medidas radicales para apuntalar el sector inmobiliario.

“Para un banquero de inversiones de alto perfil como este, si el Gobierno está detrás de la desaparición de Bao Fan, deberían haber pensado en las implicaciones publicitarias de sus acciones”, dijo Shih. “Los reguladores deben actuar con cautela, los inversores privados en China ya están nerviosos. El partido ha intentado asegurarles que la acción reguladora va a ser más suave en el futuro”.

--Con la colaboración de John Cheng.

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