¿Cisne Negro en Argentina? Advierten por impacto de heladas en ingreso de dólares

Tras la sequía y la ola de calor, las heladas podrían provocar una merma adicional para la cosecha de este año, limitando aún más el ingreso de dólares

(Photo by Gabriel BOUYS / AFP) (Photo by GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images)
24 de febrero, 2023 | 04:00 AM

Buenos Aires — Un cisne negro es, por definición, un acontecimiento imprevisto que genera un fuerte impacto económico. Las heladas que afectaron a gran parte del país durante la semana pasada y que podrían redundar en un menor ingreso de dólares al país, explican quienes siguen día a día la dinámica del agro, podrían entrar dentro de esa categoría.

Los fuertes descensos de las temperaturas registradas durante la semana pasada no solo marcaron un récord: también afectarán a una cosecha que ya venía muy golpeada por la sequía. Según estimaciones preliminares, podría implicar una merma adicional de entre US$1.500 y US$2.000 millones. De esta manera, los ingresos de dólares provenientes del agro caerían este año entre US$15.000 y US$16.000 millones respecto de la cosecha anterior.

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Helada perfecta y menos dólares

Según explica Salvador Vitelli, economista especializado en agronegocios de Romano Group, la semana pasada se combinaron distintos factores que crearon una suerte de tormenta perfecta. Es que según precisó, “existen distintos tipos de heladas: la más complicada, la que hace más daño, es la helada negra y esa fue la que cayó”.

“Es una combinación de temperaturas muy bajas con baja humedad ambiente. Eso hace que la temperatura quede por debajo de la temperatura del rocío y es lo que más daño hace. Se vieron este tipo de heladas por el centro sur de Córdoba y de San Luis, el norte de La Pampa, parte de Santa Fe y de Buenos Aires”, detalló.

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Si bien Vitelli enfatiza que todavía es prematuro para sacar conclusiones, dado que los daños por heladas no se manifiestan de manera inmediata, sí advierte que las imágenes que circularon estos días son impactantes, de cultivo totalmente quemado. Por ello, proyecta que las heladas de la semana pasada podrían llegar a generar una merma adicional en la producción de US$1.500 a US$2.000 millones, llevando las pérdidas de la producción de dólares exportables para el país a la zona de US$15.000 a US$16.000 millones.

Por último, el economista marcó que las heladas tempranas de este año se adelantaron un mes respecto del año pasado, e indicó que en esta oportunidad afectaría a la soja en lugar del maíz. Aun así, remarca que “el año nos está anticipando que no podemos descartar algún otro evento de heladas, quizás para marzo”. Por todo ello, subraya que “el partido todavía no terminó en absoluto”.

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El cisne negro es la falta de agua

Para Marina Barletta, ingeniera agrónoma de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “el gran cisne negro es la falta de agua”.

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Si bien indicó que durante la semana pasada se registraron bajas temperaturas, al menos destacó que las mismas no llegaron a los cero grados. De haber alcanzado ese nivel, explicó, el impacto en los cultivos hubiera sido mayor.

Barletta indica que, pese a que inicialmente se especuló con un impacto mayor, la información que fueron recibiendo en estas últimas horas los lleva a creer que “el impacto no será tan agresivo”. Aun así, recordó que “si hay daños se van a empezar a ver la semana que viene”.

La ingeniera agrónoma incluso anticipa que la helada no afectará a la llamada “soja de primera”, que es la que se siembra a mediados de octubre y se estaría cosechando en marzo. Pero no descarta que ese efecto sí se vea en la “soja de segunda”, que es la que se siembra a mediados de noviembre, inmediatamente después de cosechar el trigo.

Aun así, la investigadora de la BCR explica que si bien las temperaturas registradas la semana pasada no son las que más afectarían al cultivo, “la situación se ve agravada por la falta de agua” y un febrero de temperaturas extremas. Es que según explicó, durante el corriente mes no solo hubo un déficit de lluvias, sino que en una misma semana se pasó de una ola de calor cercana a los 40 grados a una ola de frío de temperaturas cercanas a cero. “Con este febrero, que fue extremo climatológicamente, va a haber nuevas mermas en la producción”.

        • El dato clave: Según publicó Chequeado.com, el domingo 12 se registró el día de febrero más caluroso en más de medio siglo en la Ciudad de Buenos Aires. Apenas cinco días después, el termómetro marcó 7,9°, la temperatura más baja para este mes desde 1961.