Bloomberg — Durante su esperada visita a Pekín, la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, subrayó que la competencia entre las mayores economías del mundo no debe verse como un escenario en el que “el ganador se lo lleva todo”.
Los comentarios de Yellen se produjeron durante una reunión con el primer ministro chino, Li Qiang, en la que trataron de encontrar puntos en común en medio de los desacuerdos existentes sobre diversas cuestiones, como el comercio y la seguridad de Taiwán.
Yellen destacó la importancia de una competencia económica sana que beneficie a ambos países a largo plazo. Subrayó la necesidad de un conjunto de reglas justas que rijan esta competencia e insistió en que las medidas adoptadas por EE.UU. para proteger la seguridad nacional deben ser selectivas y no amplias.
Li también puso una nota de optimismo, diciendo a Yellen que creía que los lazos bilaterales acabarían viendo un “arco iris”, tras pasar por un periodo de “viento y lluvia”. También instó a los empresarios chinos a prepararse para las “dificultades” y “mirar más lejos en el horizonte”.
La visita de Yellen se produce en plena guerra comercial entre Estados Unidos y China, la cual se intensificó el año pasado con el control de las exportaciones estadounidenses de semiconductores y equipos de fabricación de chips.
El Gobierno de Biden está preparando una orden ejecutiva para frenar las inversiones estadounidenses en China, que podría llegar en julio y abarcar determinadas inversiones en tecnologías sensibles, como los semiconductores, la inteligencia artificial y la computación cuántica.
El gobierno del Presidente Xi Jinping impuso controles sobre dos minerales críticos utilizados en tecnologías avanzadas días antes de la llegada de Yellen. Ese mismo día, en una mesa redonda de empresarios estadounidenses que operan en China, Yellen manifestó su “preocupación” por esos controles.
El Departamento de Defensa de EE.UU. anunció el viernes que invocaba la Ley de Producción de Defensa para impulsar la extracción y el procesamiento nacionales de galio y germanio, informó Reuters citando a un portavoz del Pentágono.
El viaje de Yellen tiene como objetivo construir canales de comunicación a largo plazo con el nuevo equipo económico del gobierno chino, más que lograr avances sustanciales. A pesar de ello, sus conversaciones comenzaron con dos viejos guardianes de la política económica china: el viceprimer ministro retirado Liu He y el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang.
El nombramiento por el banco central de Pan Gongsheng como jefe del partido el pasado fin de semana suscitó expectativas de que pronto podría tomar el relevo de Yi. Liu se retiró de su cargo a principios de año, aunque el South China Morning Post informó el mes pasado de que sigue teniendo una mano influyente en asuntos económicos.
Según el Departamento del Tesoro, las conversaciones de Yellen con ambos fueron “sustanciales” y abarcaron las perspectivas económicas de sus respectivos países y de todo el mundo.
La reanudación de este diálogo es clave dados los recientes nubarrones sobre la economía china. Las autoridades chinas han recortado las tasas de interés y adoptado medidas para apuntalar el mercado inmobiliario, que se ha resentido de un exceso de apalancamiento y construcción. A los responsables de formular políticas también les preocupan cada vez más los problemas demográficos, como el descenso de la población y la elevada tasa de desempleo juvenil.

Yellen aprovechará su estancia en Pekín para debatir con sus homólogos la importancia de gestionar de forma responsable la relación entre EE.UU. y China, de comunicarse directamente sobre los temas que preocupan y de trabajar juntos para afrontar los retos mundiales, según informó anteriormente el Tesoro. Se espera que se reúna con más funcionarios chinos el sábado, antes de partir el domingo tras dar una rueda de prensa.
El viaje supone la primera gran prueba de una política que Yellen esbozó en abril y que está orientada a defender y garantizar la seguridad nacional de EE.UU. sin tratar de frenar económicamente a China.
Una relación responsable
Durante su mesa redonda con ejecutivos de empresas como Boeing Co (BA), Bank of America Corp (BAC) y Cargill Inc, Yellen habló de las oportunidades que la enorme clase media china ofrece a las empresas estadounidenses. Pero también advirtió que estaba “preocupada” por las “medidas punitivas” que China había tomado contra empresas estadounidenses en los últimos meses.
En mayo, el gobierno chino prohibió la entrada de los productos del fabricante de chips estadounidense Micron Technology Inc. en algunos de sus sectores críticos, mientras que las autoridades allanaron la consultora estadounidense Bain & Company y la empresa de diligencia debida Mintz Group, con sede en Nueva York, a principios de este año.
Esas turbulencias, junto con años de controles por Covid que interrumpieron las cadenas de suministro y una serie de sacudidas normativas que afectaron al sector privado, han hecho tambalearse la confianza de los inversores en China. Xi dijo el viernes que era necesario que China aplicara nuevas medidas para atraer la inversión extranjera, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Yellen dijo que los líderes empresariales estadounidenses habían expresado en Pekín su preocupación por las “herramientas ajenas al mercado” de China, como los subsidios a las empresas estatales y a las empresas nacionales. A pesar de todo, reiteró su mensaje de que EE.UU. no busca una separación total de las dos economías, subrayando que busca “diversificarse” más que desvincularse de China.
“Una disociación de las dos mayores economías del mundo sería desestabilizadora para la economía global, y sería prácticamente imposible de llevar a cabo”, dijo. “Buscamos diversificar, no desacoplar”.
--Con la colaboración de Xiao Zibang.
Lea más en Bloomberg.com