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Bloomberg — El índice de inflación subyacente de EE.UU. superó las previsiones por tercer mes consecutivo, lo que indica una persistente presión sobre los precios que probablemente retrasará cualquier recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal hasta finales de año.
El índice de precios al consumo subyacente, que excluye los costes de los alimentos y la energía, aumentó un 0,4% respecto a febrero, según los datos publicados por el Gobierno el miércoles. Desde hace un año, ha avanzado un 3,8%, manteniéndose estable respecto al mes anterior.
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Los economistas consideran que el índice subyacente es mejor indicador de la inflación que el IPC general. Este indicador subió un 0,4% respecto al mes anterior y un 3,5% respecto al año anterior, una aceleración respecto a febrero que se vio impulsada por la subida de los precios de la energía, según mostraron las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales.
El informe del miércoles se suma a la evidencia de que el progreso en el control de la inflación puede estar estancándose, a pesar de que la Reserva Federal mantiene las tasas de interés en un máximo de dos décadas. Con un mercado laboral fuerte que sigue impulsando la demanda de los hogares, los funcionarios han insistido en que les gustaría ver más pruebas de que las presiones sobre los precios se están enfriando de forma sostenible antes de reducir los costes de endeudamiento.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar subieron mientras que los futuros del índice S&P 500 se desplomaron. Los operadores de swaps redujeron el grado en que creen que la Reserva Federal recortará las tasas este año. Las actas de la reunión de la Reserva Federal del mes pasado se publicarán más tarde el miércoles.
El IPC subyacente de los últimos tres meses aumentó un 4,5% anualizado, el mayor aumento desde mayo.
La gasolina y la vivienda representaron más de la mitad del anticipo mensual total, dijo el BLS. Los costos de seguros de automóviles, atención médica y vestimenta aumentaron en el mes, mientras que los precios de los automóviles nuevos y usados cayeron.
Los precios de la vivienda, que es la categoría más grande dentro de los servicios, aumentaron un 0,4% por segundo mes. El alquiler equivalente de los propietarios (un subconjunto de viviendas, que es el mayor componente individual del IPC) también aumentó en esa misma proporción.
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Excluyendo la vivienda y la energía, los precios de los servicios se aceleraron hasta el 4,8% respecto al año anterior, la mayor cifra desde abril de 2023, según cálculos de Bloomberg. Si bien los banqueros centrales han enfatizado la importancia de considerar esa métrica al evaluar la trayectoria de la inflación de la nación, la calculan basándose en un índice separado.
Esa medida, conocida como índice de precios de gastos de consumo personal, no le da tanta importancia a la vivienda como el IPC. Ésa es parte de la razón por la que el PCE tiende a acercarse mucho más al objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Las autoridades tendrán acceso a otro informe PCE, así como a otra mirada al índice de precios al productor, antes de que concluya su próxima reunión de política monetaria el 1 de mayo. Los funcionarios de la Fed han descartado efectivamente un recorte de tasas en ese momento.
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