Bloomberg — Unos investigadores hallaron más de doce metales, entre ellos plomo y arsénico, en tampones de venta generalizada en EE.UU. y Europa, usados probablemente por millones de personas.
De acuerdo con este estudio, que aparece publicado esta semana en la revista Environmental International, se halló plomo en los treinta tampones analizados, de 14 marcas distintas.

La exposición al plomo puede ocasionar daños neurológicos.
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Se trata del primer estudio que mide la concentración de metales en tampones, explica Jenni Shearston, becaria postdoctoral de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley y autora principal del estudio.Hay que investigar más a fondo si los metales se filtran a través de los tampones.
Su presencia es particularmente preocupante, teniendo en cuenta que la piel vaginal es más porosa que la de otras zonas del cuerpo y que, por tanto, todo lo que se absorbe en el torrente sanguíneo no se filtra primero por el tracto gastrointestinal o el hígado, señalan los autores del estudio.
Se adquirieron los productos en las principales tiendas en línea y establecimientos de EE.UU., Gran Bretaña y Grecia. Los investigadores no mencionaron las marcas. Shearston no contestó de inmediato a una solicitud del listado de productos.
Algodón, rayón
Los tampones se fabrican con algodón, rayón o una combinación de ambos.
Los investigadores dijeron que es posible que los metales hayan sido absorbidos del suelo por las plantas utilizadas para elaborar los productos para la menstruación. También podrían haber sido añadidos en productos químicos utilizados como antimicrobianos o para controlar el olor, según el informe.
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El estudio descubrió que los tampones orgánicos contenían menos plomo y más arsénico que los no orgánicos y que los tampones comprados en Estados Unidos tenían niveles de plomo más altos que los de la Unión Europea o el Reino Unido. Los investigadores también midieron el cadmio, el cobre, el mercurio y el níquel, entre otros.
“Nuestros hallazgos apuntan a la necesidad de establecer regulaciones que exijan a los fabricantes la prueba de los metales en los tampones”, escribieron los autores del estudio.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula los tampones como un dispositivo médico.
La agencia exige a los fabricantes de tampones que demuestren que sus productos son iguales a otros que se encuentran en el mercado, un proceso que incluye pruebas de seguridad, aunque no está claro si eso incluye la medición de metales. La FDA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
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