Precios inflados y lavado de dinero: con los NFT, no todo lo que brilla es oro

Artistas, deportistas y hasta marcas de lujo han entrado al mundo de los tokens no fungibles. Sin embargo, las actividades ilícitas comienzan a proliferar también

Los tokens no fungibles (NFT) se convirtieron en una de las tendencias del mundo cripto el año pasado, al punto que llegaron a mover US$44.200 millones en transacciones.
28 de marzo, 2022 | 02:15 PM

Bloomberg Línea — Los tokens no fungibles (NFTs) se convirtieron en una de las tendencias del mundo cripto el año pasado, al punto que llegaron a mover US$44.200 millones en transacciones, una cifra equivalente a un poco más de la mitad de los ingresos trimestrales de Apple (AAPL), la compañía más grande del mundo por valorización de mercado. Por su popularidad, desde artistas hasta marcas de lujo se volcaron a esta industria para vender activos digitales que brillaban por su precio. Sin embargo, los riesgos también están presentes en la industria, y quienes estén interesados en entrar en ella deben tener en cuenta que se presentan desde estafas hasta lavado de activos.

Y es que la industria cripto no es ajena al crimen. Las actividades ilícitas representaron US$14.000 millones en 2021, prácticamente el doble de los US$7.800 millones que de 2020. Pese a que las operaciones que involucran direcciones ilícitas representan solo un 0,15% del volumen que se transa en esta clase de activos, el uso de las criptomonedas crece al igual que los delitos que se cometen con ellas.

En el caso de los NFT, son dos los principales tipos de actividades ilícitas, según un informe de Chainalysis, una plataforma de datos de blockchain con sede en Reino Unido. El primero de ellos se trata de hacerle creer a las personas que el token está siendo más demandado de lo que realmente es, por lo que su precio termina inflándose de manera artificial.

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Para hacerlo, se oferta por un NFT desde una billetera que también pertenece al propietario original del activo digital, aprovechando que muchas de las plataformas de comercio permiten a los usuarios operar simplemente conectando una billetera sin necesidad de identificarse.

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En este punto es necesario entender que cuando se vende un token, este tipo de plataformas dan la opción o de establecer un costo fijo o hacer una subasta programada, en la que los compradores ofertan hasta que se escoja el precio más alto.

Para hacer una transacción, se necesita una billetera habilitada para operar con el token de la red que se escogió, que en la mayoría de los casos utilizan ether (XET), la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado.

“Hubo un tremendo aumento en el valor total de las transacciones en las plataformas NFT a lo largo de 2021, con un pico en ciertos y determinados meses. Así que vimos olas de aumento de uso. Si hay algún crecimiento como este, los criminales están prestando atención y van a aparecer en escena”, explicó Kimberly Grauer, directora de investigación de la compañía.

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Chainalysis examinó 110 comerciantes que en conjunto obtuvieron US$8,9 millones en ganancias a través de “wash trading”: transacciones en las que “el vendedor está en ambos lados de la operación con el fin de pintar una imagen engañosa del valor y la liquidez de un activo”. Es decir, también se dan casos en los que un mismo vendedor fondea con recursos a otras billeteras que luego compran el NFT para ir inflando su precio.

El ‘wash trading’ en NFT puede crear un mercado injusto para aquellos que compran tokens inflados artificialmente, y su existencia puede socavar la confianza en el ecosistema, inhibiendo el crecimiento futuro”, dijo el reporte de Chainalysis.

Dinero ilícito

Otra de las actividades ilegales con los tokens no fungibles es el lavado de dinero, que, aunque en proporciones pequeñas, sí está registrando casos. En general, el año pasado se lavaron US$8.600 millones en el mundo cripto. La cifra total desde 2017 es de US$33.000 millones.

Para hacerlo, se mueven fondos que se han obtenido de forma ilícita a un servicio donde están a salvo de las autoridades o, eventualmente, puedan convertirse en dinero en efectivo. En el caso de los NFTs, el valor enviado a tokens digitales desde direcciones ilícitas se disparó en el tercer trimestre del año pasado, incluso superando US$1 millón. Al final del cuarto trimestre se alcanzó cerca de US$1,4 millones.

Según la investigación de Chainalysis, la mayor parte de las acciones de esta actividad provinieron de direcciones asociadas a estafas que enviaron fondos a mercados de NFT para realizar compras.

“Quizás lo más preocupante es que en el cuarto trimestre vimos que se enviaron aproximadamente US$284.000 en criptodivisas a los mercados de NFTs desde direcciones con riesgo de sanciones. Todo ello se debió a transferencias desde el mercado P2P Chatex, que la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de Estados Unidos añadió a su lista de Nacionales Especialmente Designados el año pasado”, dijo el reporte.

A pesar de que esta cifra es ínfima respecto a los US$8.600 millones que se lavaron en toda la industria cripto, sí representa un “gran riesgo” para la creación de confianza en los NFTs, por lo que debería ser vigilado más de cerca por los mercados, los reguladores y las fuerzas del orden, según Chainalysis.

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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya ha puesto la lupa en estas actividades y en un informe sobre la financiación ilícita en el mercado del arte de alto valor aseguró que estos tokens digitales pueden utilizarse para realizar un autoblanqueo, en el que los delincuentes pueden comprar un NFT con fondos ilícitos y luego venderlos a un individuo que compensaría al delincuente con fondos limpios, que no están vinculados a ningún delito.

Otro de los riesgos que advirtieron las autoridades estadounidenses es la posibilidad de transferir los tokens no fungibles a través de internet de forma casi instantánea, sin preocuparse por la distancia geográfica. Esto, según el Departamento del Tesoro, hace que “sea susceptible de ser explotado por aquellos que buscan blanqueo de productos ilícitos, ya que el movimiento de valor puede realizarse sin incurrir en los posibles costes financieros, normativos o de investigación del envío físico”.

Otras estafas comunes

Según un análisis de ESET, otras de las actividades ilícitas que se cometen con estos tokens digitales incluyen perfiles falsos en redes sociales, que utilizan bots para promover la venta de alguna campaña de NFT, sitios falsos que son copias de tiendas donde se comercializan estos activos o engaños a través de mensajes directos en Discord, una plataforma de comunicación famosa entre los ‘gamers’.

“Los ciberdelincuentes son innovadores y siempre encuentran nuevas estrategias para efectuar sus ataques. Por lo tanto, lo más importante es estar atentos y desconfiar de cualquier cosa que sea demasiado buena para ser verdad. El escepticismo puede evitar un gran dolor de cabeza”, aconsejó Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

La compañía también ha identificado imitadores de artistas o creadores NFT que engañan a los usuarios o también una estafa conocida como Bidding Scams, en los que se subasta un NFT a un precio base para que los usuarios oferten por él, sin embargo, el estafador, sin que el vendedor lo sepa, cambia la criptomoneda con la cual se realiza la venta para obtener ganancias.

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