Bloomberg — El gabinete de la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, aprobó un impuesto sorpresa sobre los “beneficios extraordinarios” de los bancos para este año. El impuesto, que se incluyó en un amplio paquete de medidas que abarcan desde las licencias de taxi hasta la inversión extranjera, podría aportar más de €2.000 millones (US$2.200 millones) a las arcas del Estado, según la agencia Ansa.
La acción del gobierno de derechas asustó a los mercados y provocó la caída de las acciones de las principales entidades crediticias del país en las operaciones bursátiles en Milán, borrando hasta €9.500 millones (US$10.400 millones) de su capitalización bursátil combinada.
El índice italiano FTSE MIB llegó a caer un 2,2%, antes de recortar parte de su descenso, con UniCredit SpA e Intesa Sanpaolo SpA perdiendo al menos un 5%. Los bancos italianos fueron los que peores resultados obtuvieron entre los valores europeos, liderando los descensos del índice Stoxx Europe 600 el martes, que retrocedía un 0,72% a las 10:57 de la mañana en Londres.
El Gobierno de Giorgia Meloni acusa al Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés. El viceprimer ministro, Matteo Salvini, explicó a la prensa que el impuesto prevé una “detracción del 40% de los miles de millones de euros de beneficios extraordinarios de los bancos” para 2023, con el fin de financiar recortes fiscales y ayudas a las hipotecas para nuevos propietarios.
Antonio Tajani, también viceprimer ministro, apuntó el martes al BCE. “Llevamos meses diciendo que el BCE se equivocó al subir los tipos y esta es una consecuencia inevitable”, declaró Tajani al diario Corriere della Sera.

La medida se produce poco después de que los bancos italianos presentaran unos resultados extraordinarios, con Intesa y Unicredit elevando sus previsiones para todo el año por segundo trimestre consecutivo gracias al rápido endurecimiento de la política del BCE. Los ingresos netos por intereses de UniCredit, por ejemplo, aumentaron un 42% en el primer semestre.
Esta tendencia se repite en toda Europa, donde los prestamistas están llevando a cabo una oleada de recompras de acciones a medida que se benefician de la subida de los tipos de interés y obtienen buenos resultados en las pruebas de resistencia. Pero la reacción está creciendo en un contexto de crisis del coste de la vida.
Un portavoz de UniCredit declinó hacer comentarios sobre el nuevo impuesto, mientras que los representantes de Intesa no estaban disponibles para hacer comentarios.
El impuesto tendrá un impacto del 19% en los beneficios de los bancos, según escribieron los analistas de Citi en una nota. “Vemos este impuesto como sustancialmente negativo para los bancos dado tanto el impacto sobre el capital y los beneficios como para el coste de los fondos propios de las acciones bancarias”, escribieron en una nota los analistas de Citigroup Inc. dirigidos por Azzurra Guelfi. “El nuevo impacto simulado es también superior al de la simulación que hicimos en abril”.
Según los analistas de Bloomberg Intelligence, los ingresos netos de los prestamistas italianos en 2023 podrían reducirse en torno a un 10%.
“El sector financiero tiene un peso superior al 30% en el mercado bursátil italiano, lo que lo hace vulnerable a la nueva tasa aprobada”, afirmó Leonardo Pellandini, estratega de renta variable de Bank Julius Baer. “Dicho esto, los bancos han tenido un año fuerte hasta ahora, dado el impulso de los márgenes netos de interés por la subida de tipos, así que es hora de una consolidación saludable”.
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