Bloomberg Línea — El próximo 15 de mayo se cumplirán 13 años desde la entrada en vigencia del TLC (Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos: si bien los productos no minero energéticos han ganado terreno y las empresas que venden al país norteamericano han aumentado, hay incertidumbre por la negociación arancelaria que adelantan ambas naciones.
En los 13 años del acuerdo, se dio un incremento del 39,1% en la cantidad de subpartidas exportadas por Colombia (de 1.154 a 1.605) y la variación de empresas exportadoras es del 30%, al pasar de 1962 compañías a 2.551, es decir 589 nuevas.
Estados Unidos tiene superávit frente a Colombia. En 2024 el país cafetero importó US$15.526 millones, mientras que le vendió al país norteamericano US$14.037 millones. Con lo que el superávit actual es de US$1.189 millones, según datos de Analdex y Legiscomex.
Javier Díaz, presidente de la asociación de exportadores, Analdex, dijo que, a manera de balance del TLC, del lado colombiano, aunque los bienes minero-energéticos han perdido terreno, los no minero energéticos han tenido un desempeño importante.
Hizo referencia a sectores ganadores como agro y manufacturas, especialmente los demás azúcares de caña o de remolacha, hierbas aromáticas, limón Tahití, filetes de tilapia, uchuva, aguacate Hass, puertas y ventanas, transformadores de dieléctrico líquido, y tarjetas inteligentes.
Frente a la negociación que adelantan ambos países por la imposición de arancel de 10% a las exportaciones colombianas, el dirigente gremial manifestó que con la mayoría de países no se va a quitar del todo ese 10% de arancel y que serán algunos grupos de productos específicos los que queden exceptuados.
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“Eso esperamos que suceda con Colombia, aunque nos han dicho que el país no ha presentado una propuesta formal de negociación hasta el momento”, dijo. “El TLC actualmente sufre esta guerra comercial, porque el argumento de seguridad nacional se ha impuesto por encima de todo”.
Díaz dice que se debe trabajar fuertemente en solucionar todos los irritantes que hay actualmente, para no caer en un tema arancelario aún peor.
“Habrá que estar atentos al tema de la posible pérdida de certificación en la lucha contra el narcotráfico, al igual que la intención de adhesión de Colombia a la iniciativa de China de La Franja y la Ruta. Creemos que no es el mejor momento para realizar esto”, dijo.
Los productos importados
Al analizar la canasta de importación de bienes estadounidenses, se puede evidenciar que los 15 principales productos representan aproximadamente la mitad del valor de las compras externas colombianas.
En dicha matriz resaltan productos como derivados del petróleo, maíz y bienes de alto valor agregado como aviones o medicamentos.
Ello demuestra que Estados Unidos es un socio comercial fundamental, no solamente en lo concerniente a la importación de bienes de consumo, sino también de bienes de capital y materias primas, que son cruciales para la producción nacional.
Productos como el maíz duro amarillo y los derivados de la soya (como tortas y residuos sólidos del aceite de soya), representan insumos clave para la industria alimentaria y pecuaria de Colombia.
El maíz duro amarillo, con un crecimiento del 44,2% en sus importaciones desde EE. UU. durante 2024, alcanza una participación del 8% dentro del total importado desde ese país, consolidándose como uno de los principales productos en la relación bilateral.
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Su relevancia radica en que estos productos son fundamentales para la producción de alimentos concentrados, destinados a la nutrición de animales (aves, porcinos y bovinos), que, a su vez, impactan directamente el costo de productos básicos como carne, huevos y leche.
Cualquier variación en sus precios internacionales o en las condiciones comerciales (aranceles, restricciones logísticas o tipos de cambio) tiene un efecto directo sobre el costo de vida de los colombianos, al influir en el precio final de los alimentos de la canasta básica.