Bloomberg — Kering SA está a punto de nombrar al director ejecutivo de Renault SA como su próximo CEO, apostando por un directivo italiano que logró reposicionar al fabricante de automóviles francés, para que intente un papel similar en el grupo propietario de la marca de lujo Gucci, actualmente en dificultades.
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Luca de Meo será designado para el cargo en los próximos días, según confirmaron a Bloomberg News personas con conocimiento del tema, ratificando un informe publicado el domingo por Le Figaro. La decisión llega tras especulaciones sobre una posible división de los roles de CEO y presidente en Kering, ambos ocupados actualmente por François-Henri Pinault.
El padre de François-Henri, François Pinault, convirtió a Kering en una de las compañías de bienes de lujo más importantes del mundo. Sin embargo, en los últimos años el grupo ha perdido terreno frente a competidores como LVMH y Hermès, en parte debido a la caída de Gucci en el mercado chino. Bajo el liderazgo de De Meo, las acciones de Renault se duplicaron aproximadamente.
Un portavoz de Kering declinó hacer comentarios. Renault, por su parte, informó el domingo que De Meo presentó su renuncia y dejará la empresa el 15 de julio. La junta directiva del fabricante de autos ya inició la búsqueda de su reemplazo.
Según Luca Solca, analista de lujo en Bernstein, la elección de De Meo “parece ser un paso en la dirección correcta”. Agregó que el ejecutivo aporta “peso y experiencia a una compañía que lo necesita”. Sin embargo, advirtió que está por verse si De Meo “podrá adaptarse con rapidez y ser tan efectivo como lo ha sido en la industria automotriz”.
Cambios en la cúpula
El cambio de liderazgo en Kering se produce luego de que las acciones de la empresa perdieran cerca del 80% de su valor desde su máximo histórico en agosto de 2021. El grupo ha intentado revitalizar Gucci —que representa casi dos tercios de sus ganancias— con el nombramiento de nuevos diseñadores, primero a inicios de 2023 y nuevamente este año, aunque sin resultados visibles por el momento. También ha designado nuevos CEOs en marcas clave como Gucci e Yves Saint Laurent durante el último año.
La revista francesa Challenges reportó la semana pasada que Kering analizaba separar los puestos de CEO y presidente, con la intención de que François-Henri Pinault, de 63 años, permanezca como presidente del grupo de lujo controlado por su familia.
De Meo, de 58 años, pasó cinco años al frente de Renault, luego de ocupar cargos anteriores en Fiat y Volkswagen AG. Durante su gestión, firmó acuerdos con marcas de moda como Agnès B.
El ejecutivo italiano condujo a Renault a través de momentos complejos, incluyendo la obtención de préstamos respaldados por el Estado para sobrevivir la pandemia y la amortización de miles de millones de euros por su salida del mercado ruso. También redujo los vínculos de Renault con Nissan, con quien mantenía una alianza conflictiva desde hacía más de dos décadas.
Renault, que solía considerarse el eslabón débil de la alianza, superó a Nissan en valor de mercado en 2024 bajo el liderazgo de De Meo. Esto fue en parte gracias al impulso en nuevos modelos, como el Megane E-Tech eléctrico, la vuelta a la rentabilidad y acuerdos estratégicos con gigantes tecnológicos como Qualcomm Inc.
Renault —15% propiedad del Estado francés— fue el único gran fabricante europeo que no emitió una advertencia de ganancias en 2024. Además, De Meo presentó proyecciones ambiciosas para 2025. En los últimos meses, la compañía se vio beneficiada por su escasa exposición al mercado estadounidense, donde los aranceles de la administración Trump afectaron a competidores como Stellantis, y a China, donde fabricantes enfrentan una feroz competencia de precios.
“Una base sólida”
“Bajo el liderazgo del ejecutivo italiano, Renault ha vuelto a una base saludable, cuenta con una gama de productos impresionante y ha retomado el crecimiento”, dijo el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, en un comunicado.
François-Henri Pinault ha estado al frente de Kering durante las últimas dos décadas. En ese tiempo, el grupo cambió su nombre de PPR a Kering y vivió un fuerte crecimiento, en parte gracias al éxito inicial del diseñador Alessandro Michele en Gucci, quien asumió en 2015. Sin embargo, Michele renunció en 2022 luego de que sus creaciones maximalistas y de estilo bohemio perdieran atractivo. Bloomberg informó el año pasado que Pinault ha sido criticado por su estilo de gestión poco intervencionista.
A finales de 2022, Balenciaga —otra marca del grupo— desató una polémica por una campaña publicitaria que fue acusada de sexualizar a niños. La campaña fue supervisada por el diseñador Demna, quien este año fue promovido a director artístico de Gucci, en una decisión que generó malestar entre los inversores.
En los últimos años, Kering realizó varias adquisiciones, entre ellas la de la perfumista Creed y una participación del 30% en Valentino. También invirtió en inmuebles de alto valor, pero ahora busca vender parte de esos activos para reducir su deuda.
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Aunque tiene sede en París, Kering es propietaria de otras marcas italianas como la fabricante de artículos de cuero Bottega Veneta y la joyera Pomellato, por lo que el nombramiento de De Meo podría ayudar a reforzar vínculos culturales dentro del grupo.
La llegada de De Meo también abre interrogantes sobre el futuro de los actuales co-directores generales adjuntos bajo Pinault: Jean-Marc Duplaix, enfocado en operaciones y finanzas, y Francesca Bellettini, a cargo del desarrollo de marcas.
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