Buenos Aires — Molinos Agro, empresa argentina enfocada en el procesamiento y comercialización de oleaginosas cereales, consiguió créditos del BID por US$250 millones para financiar sus operaciones y exportaciones.
A casi un año de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se quejara de una “fiesta de importaciones” en perjuicio de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), y mientras las consultoras económicas advierten hoy por un saldo negativo en las arcas de la autoridad monetaria, la noticia fue difundida a los medios por el equipo de prensa del Ministerio de Economía.
El financiamiento también llega en medio de una preocupación creciente por una ruptura en la cadena de pagos en el agro argentino, impactado en 2023 por una de las peores sequías desde que hay registros.
En un comunicado de BID Invest, se comunicó un “financiamiento directo de US$50 millones” y US$200 millones en “fondos movilizados” para Molinos Agro. Banco Santander y Rabobank coordinaron la operación.
“La seguridad alimentaria es un pilar fundamental para construir sociedades resilientes, equitativas y prósperas”, dijo James Scriven, gerente general de BID Invest.
“Estamos comprometidos en canalizar una mayor inversión a Argentina y a la región para fortalecer las exportaciones de alimentos y las cadenas de valor”, agregó.
El BID también señaló que el “acuerdo estratégico con Molinos agro forma parte de un conjunto de potenciales financiamientos en Argentina que podrían alcanzar los US$1.000 millones para 2023″.
De acuerdo al Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social, al 15 de mayo, las reservas netas del BCRA se ubicaron en un rojo de US$1.285 millones. Las líquidas, por su parte, fueron negativas en US$7.209 millones.
Según el economista Alejandro Giacoia, de Econviews, de la dinámica de compra de reservas en la última semana “se puede deducir que los pagos de importaciones están muy frenados”.
