Bloomberg Línea — Colombia requiere una inversión anual de COP$19 billones (1,1% del PIB) a 2033 para cerrar brechas en infraestructura vial primaria, en un panorama en el que depender exclusivamente de vigencias futuras para su financiemiento se vuelve insostenible.
“Esta brecha se hace aún más evidente al considerar que el cupo máximo de vigencias futuras de Asociaciones Público-Privadas (APP) aprobado para los últimos años corresponde apenas a 0,8% del PIB, recursos que además deben atender múltiples sectores de inversión pública”, advierte un estudio del centro de pensamiento económico ANIF.
Si bien el modelo de APP ha sido fundamental para atraer inversión privada, las limitaciones del cupo APP hacen imperativo diversificar las fuentes de financiamiento disponibles.
El país ha puesto en marcha diferentes mecanismos bajo ese objetivo: Obras por Impuestos, por ejemplo, que permite la ejecución de proyectos con recursos de impuestos. Ha logrado movilizar COP$2,9 billones entre 2018 y 2024, beneficiando 264 municipios y ejecutando 409 proyectos.
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La iniciativa permite a las empresas destinar hasta el 50% de su impuesto de renta a proyectos en zonas PDET y ZOMAC, territorios prorizados en Colombia, aprovechando las capacidades técnicas del sector privado.
“El mecanismo de Obras por Regalías, aunque incipiente, pues sólo ha ejecutado un proyecto, presenta potencial para canalizar recursos del sector extractivo hacia proyectos en territorios productores”, dice ANIF.
En cuanto a los recursos del Sistema General de Regalías (SGR), proyectados en COP$33 billones para el bienio 2025-2026, ofrecen una fuente directa que puede articularse con vigencias futuras de regalías para proyectos de mayor envergadura.
Otras alternativas de financiación
La Contribución Nacional de Valorización, un gravamen que recae sobre los bienes inmuebles beneficiados por obras de infraestructura pública, como el transporte, representa otra alternativa, unque enfrenta desafíos de implementación que requieren fortalecimiento institucional.
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La experiencia de Bogotá, refiere ANIF, con un recaudo estimado de COP$906.579 millones para 15 proyectos de infraestructura, lo posiciona como una fuente alternativa de financiamiento.
La concurrencia de fuentes emerge como estrategia fundamental para viabilizar megaproyectos, con lo que se concluye en el estudio que la combinación de regalías, Obras por Impuestos, valorización y esquemas APP permitiría superar las limitaciones individuales de cada mecanismo y asegurar la ejecución de proyectos estratégicos.
Asimismo, que cerrar las brechas de infraestructura que limitan la competitividad de Colombia requiere no solo ampliar el monto total de inversión, sino también diversificar inteligentemente sus fuentes. “Dichos mecanismos constituyen la ruta para sostener el desarrollo de infraestructura que el país necesita”.
Según el Plan Maestro de Transporte Intermodal 2021-2051, las necesidades de inversión en el sector son considerables: para el primer periodo (2023-2035), se requiere una inversión de COP$165,9 billones a precios de 2024, cifra que easciende a COP$105,9 billones para el segundo periodo (2036-2045).
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Ahora bien, al enfocarse en el modelo carretero, la inversión requerida para el primer periodo alcanza los COP$82,7 billones: COP$70,9 billones destinados a la intervención de 6.375 kilómetros de vías priorizadas y no priorizadas, y COP$11,8 billones para atender 52.271 kilómetros de vías terciarias.
Con esos datos, ANIF estima una necesidad promedio de COP$19 billones (1,1% del PIB de 2024) para cumplir con la meta de proyectos priorizados y no priorizados, y de COP$5,6 billones (0,3% del PIB) para vías terciarias.









