Bloomberg Línea — Mañana llegará el “día D” anunciado por Donald Trump para la entrada en vigencia de los aranceles contra México y Canadá, postergados hace un mes. Aunque el presidente de Estados Unidos confirmó que las tarifas comerciales serán de 25%, los analistas de Morgan Stanley (MS) advierten que, en el caso de México, el verdadero desafío no son los aranceles, sino su relación con China.
Tras su visita a México, la institución financiera destacó que los responsables políticos muestran disposición para alinearse con las exigencias de Estados Unidos. Sin embargo, creen que existen limitaciones institucionales que van a dificultar ejecutar cambios en la política hacia China. Para el banco, este factor representa un riesgo clave a largo plazo, según una nota enviada a analistas.
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“Los responsables políticos mexicanos parecen sesgados hacia el libro de jugadas de Trump 1.0 y podrían estar subestimando los cambios geopolíticos globales, especialmente el desafío de China”, escribieron los analistas entre los que se encontraba Nikolaj Lippmann, estratega de renta variable latinoamericana en Morgan Stanley.

Según el análisis, el gobierno mexicano tendrá que embarcarse en una “profunda calibración” de la política institucional para “rehacer el manual de la globalización mexicana”. Si bien destacan que esto podría posicionar a México en un lugar más fuerte en la región, habrá un costo que pagar al renunciar a ciertas eficiencias económicas para alinearse con los objetivos de EE.UU. sobre China.
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“En nuestra opinión, esto implicaría un replanteamiento institucional más sólido del interés nacional y el comercio, y podría afectar a las redes de datos, la nube, la política de inversión y la coordinación arancelaria”, escribieron los analistas de Morgan Stanley.
El Gobierno de México ha señalado su alineación hacia Norteamérica y los países con los que mantiene acuerdos comerciales, en paralelo a que ejerce un plan de sustitución de importaciones, denominado Plan México, mediante el cual busca reducir su dependencia de Asia.
La renegociación del TMEC
Según el informe, los responsables políticos de México señalaron que, por ahora, las autoridades estadounidenses no han solicitado medidas específicas sobre el papel de China en México.
No obstante, advierte que la relación con el gigante asiático podría convertirse en un punto de debate en la próxima revisión del T-MEC (USMCA), que el presidente Donald Trump ha manifestado su intención de completar antes del plazo establecido para mediados de 2026, o en futuras negociaciones comerciales.

De acuerdo con el informe, antes de que México pueda enfrentar una revisión comercial más profunda, podría ser necesaria una revisión de su política nacional.
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Morgan Stanley destaca que la situación geopolítica global ha cambiado drásticamente desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, beneficiando a México, especialmente a través de la deslocalización de cadenas de suministro impulsada por políticas estadounidenses como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), la Ley de Chips y Ciencia.
Además, el marco comercial global de la OMC ha perdido relevancia como piedra angular del comercio internacional.
Por ello, según el análisis de Morgan Stanley, la revisión del T-MEC (USMCA) podría ser mucho más profunda de lo que anticipan los responsables políticos en México.
El banco advierte que esta negociación abarcaría no solo la calibración del comercio mexicano y sus múltiples acuerdos internacionales, sino también aspectos clave de política interna.

Morgan Stanley destaca que otros aliados de EE.UU. han ajustado sus regulaciones en sectores estratégicos como la tecnología 5G y la seguridad en la computación en la nube, integrándolos en su agenda de seguridad nacional.
Por ejemplo, el debate podría ampliarse para definir qué empresas de vehículos eléctricos tendrían autorización para operar fábricas en México y, más aún, los criterios detrás de esa decisión.
Aunque el T-MEC (USMCA) es un acuerdo relativamente reciente, factores como la crisis del fentanilo, el desafío de China, el avance de la inteligencia artificial y la seguridad en la computación en la nube han evolucionado significativamente desde 2018, lo que para Morgan Stanley influirá en su negociación.